jueves, 19 de septiembre de 2013

Los tres aspectos del Amor en los Asolanos, de Pietro Bembo (Capítulo VI)




Biagio D’Antonio (Florence, 1446–1512). Los exponsales de Jason y Medea ante el Oráculo de Apolo, 1487. Tempera. Paris, Museo de Artes Decorativas.


Las dos jóvenes llegan al lugar donde se está celebrando el banquete nupcial. Entran con las manos entrelazadas, como unidas en un mismo tronco. Una de ellas, la que parece mayor, toma un laúd y tras entonar su voz con el instrumento comienza a cantar una canción cuya letra refería un gran tormento infligido por Amor.

Tan vivamente expresa ese sentimiento de dolor y amargura que todos los asistentes se sintieron tocados por la emoción, y aun cuando su voz dejó de oírse algunos no pudieron dejar de sentir una gran congoja, provocada por las notas lastimosas que todavía salieron de sus dedos…

Después de un momento de silencio y como dando respuesta a su compañera, la otra doncella, tañendo el mismo instrumento, entonó otra apasionada canción poniendo de manifiesto, en este caso, la alegría que se siente al estar enamorado y lo placentero que es vivir ese ardor que amplía el corazón y embellece el alma.
Bembo traza bajo en esta formulación las líneas de su juego inteligente que comienza por enfrentar dos caras de Amor que todos fueron capaces de reconocer al instante.

Pero, a continuación, tras la actuación de esta pareja de doncellas la reina, que naturalmente dirige los actos, llama a una tercera cantora. Esta se distingue sobremanera de las anteriores, pues su belleza es causa de admiración entre la concurrencia. Bembo se las arregla muy bien para hacernos evidente a todas luces, el salto de nivel que quiere establecer entre la nueva joven y las dos anteriores. Esta toma entonces una vihuela y comienza a entonar otra canción de amor. De su actuación nos dice Bembo que lo hace

con tanta gracia y maneras de melodía tan nuevas que, en comparación de la dulce flama que sus notas en los corazones de los oyentes dejaron, las de las dos mozas cantoras parecieron carbones muertos y fríos.

Bembo trascribe así las tres canciones:

Primera Canción
Siendo yo tierna doncella
de mi suerte fui contenta:
viví alegre y sin querella,
mis cuidados sin afrenta,
más ¡ay! Que ya no soy ella.
Porque así me aflige Amor,
Los otros (…) atormentado,
Que en mi no ha lugar dejado
De más tormento y dolor.
Amor, cuando entré en tu corte,
Con juramento afirmada,
Ser muy dichosa mi suerte,
Más ya veo tu burla clara,
Pues me das amarga muerte.
Así vio a Colcos Medea,
Sin Amor, leda y segura,
más después por Jasón dura fue su vida y fea.

Segunda Canción
Siendo yo tierna doncella
de mi suerte muy quejosa,
viví triste y con querella,
más ya leda y muy gozosa
me hace Amor con su centella.
Hállole tan buen amigo
y háceme tanto favor,
que siempre alabando a Amor
risa y canto están conmigo.
Cuando a Amor no conocía
juzgaba de él al revés
que quien sus pasos seguía
era nao que da al través,
y hallo que es cierta guía.
Andrómeda, sin Amor,
vida triste y muy penosa,
con Perseo vivió gozosa
y muerta le dan loor.

 Tercera canción:
Amor, no es entendida
de la gente tu virtud,
que, de vileza ofendida,
sus daños sigue perdida
y aborrece su salud.
Que si aquí de tu loor
se conociese el ensayo,
como allá do tu gran rayo
da subido resplandor,
muy mejor
camino y más acertado
nuestra vida tomaría,
y al siglo antiguo dorado*
siglo dichoso y loado,
nuestra edad se tornaría.
Tras los cantos todos los invitados comenzaron a retirase a sus estancias privadas, y allí durmiendo u ocupados en otros menesteres pasaban apartadamente el tiempo de la siesta, hasta que volvía a ser hora de festejar.
Pero en este caso mientras esto sucedía entre la mayoría de los invitados, tres jóvenes: Perotino, Gismundo  y Lavinello,  junto a tres doncellas: Berenicia, Sabinetta y Lisa, deciden continuar con el tema de las canciones y desarrollar sus propias reflexiones, mediante la conversación y las aportaciones de unos y otros. Y es aquí donde en verdad acontece el tema de los diálogos, el Amor y sus misterios, "gozosos, gloriosos y dolorosos", o sea, los tres aspectos del Amor,  como podréis comprobar leyendo el capítulo siguiente. Mientras tanto un abrazo, Núria.

*El siglo antiguo y dorado” es una referencia a la edad de oro paradisíaca, es decir al estado primordial.




http://youtu.be/CSkP7w6364k?list=UUnMHp9YxoxnrYdO8t-x_Acg

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