jueves, 18 de octubre de 2007

SYMBOLOS. Historia y Geografia Sagrada

Presentación del Número 31-32 de la Revista SYMBOLOS
Historia y Geografía Sagradas
8 de Octubre de 2007. Librería Alibri

Queremos dar las gracias a todos los que se han acercado a este nuevo acto literario de la Revista Symbolos, y por supuesto también a la librería Alibri y a las personas que directamente nos facilitan las cosas siempre que hemos acudido aquí.

Estos espacios son muy importantes en estos tiempos en los que la cultura no está nada de moda. Tal vez cierta literatura que algunos califican  de “literatura infantil para adultos”, tiene algún éxito, pero aquellos libros, temas, enfoques sobre ideas que inducen a la reflexión seria tienen, en verdad, muy pocos seguidores hoy en día.

En esta ocasión el número que les presentamos es el 31-32, un nuevo monográfico dedicado a la Historia y la Geografía Sagradas, del que les hablará más extensamente Francisco Ariza, que es quien ha coordinado este número y a quien se debe el trabajo más extenso.

Decirles que Symbolos, así como el Programa Agartha o el Centro de estudios de Simbología a lo largo de los años ha conformado un espacio y creado un movimiento literario y artístico que nace a principios de los ochenta aquí en Barcelona, el cual revitaliza la Tradición Hermética, o sea el Esoterismo Occidental. Un movimiento que tiene como máximo inspirador a Federico González, creador y fundador todas esas estructuras, y a través de éste a René Guénon al que la revista toma como guía intelectual.

Symbolos, a lo largo de los años, ha realizado una labor filosófica encarada como una poiesis procedente del furor, el mismo que inflamó durante el renacimiento a todos aquellos artistas y adeptos del Hermetismo, que promovieron ese resurgir de las artes, las letras, las ciencias, la arquitectura y que tuvo como punto de inicio la escuela Platónica de Florencia, y a Marsilio Ficino como director, pero cuyas ideas sobre la Filosofía Sagrada y la forma de acceder a ser Uno con el Todo se convierte en una utopía, una idea que consiguieron traspasar las fronteras italianas y penetrar en el alma de toda Europa.

En su entorno encontramos a Gemisto Pletón, Pico de la Mirándola, al cardenal Bessarión, Nicolás de Cusa, Giordano Bruno, pintores y grabadores como Durero, Boticelli, hombres de ciencia, etc. Un movimiento hermético que en España inflama a Jacinto Verdaguer, más conocido como Mossen Cinto, quien escribió esa obra insigne titulada la Atlántida. Poema lleno de furor en el que el poeta se refiere a la Patria común del hombre, es decir la Patria Celeste. Ese lugar al que todas las tradiciones de la tierra se han referido asociándolo siempre a un lugar que no está en el espacio pero que equiparan con el Centro del Mundo el Corazón del Mundo, es decir con el hombre mismo como Corazón de la Creación.

Santo Palacio, Palacio Interior, Morada Celeste, Santa Santorum… son diferentes definiciones de esa misma concepción y de la idea de situar ese hogar fuera de los límites terrenales, en el Cielo.

Los betilos y todas las piedras negras caídas en la tierra, asociadas a la diosa Cibeles y a las vírgenes negras son piedras o símbolos de esas moradas divinas todas ellas con condiciones magnéticas como para atraer ciertos influjos espirituales del cielo a la tierra, como han sabido todos nuestros ancestros. Esta idea también está representada en el Santo Grial y la aventura de su búsqueda una aventura que está en la base de nuestra cultura es decir de nuestro imaginario tradicional, es la aventura del viaje del Conocimiento.

Symbolos, o lo que es lo mismo su director Federico González, ha conseguido fortalecer una cadena de pensamiento, crear un método de enseñanza, restituir el valor del símbolo, una labor que ha sido reconocida como ligada al “hilo de oro”, nombre con el que se reconoce una ligazón total con la Tradición Hermética.

Se ha dicho de Federico, y del núcleo de colaboradores de Symbolos, que somos un grupo elitista, pero la verdad es que, como muy bien lo repite nuestro director en la carta editorial es que aquí no hay nada gratis sino que hay que hacer un gran esfuerzo  que no todos están dispuestos a realizar para no dejarse arrastrar por la masa, tipo marabunta, que nos succiona hacia lo más denso y lo más grosero del ser humano.

El secreto de que una revista del tipo de Symbolos (literaria, esotérica, revista-libro) se haya supervivido en un mundo donde la confusión es total (Ya nadie distingue entre esoterismo y exoterismo, entre metafísica y religión, entre belleza y estética, entre sagrado y moral). Para empezar el mundo universitario está plagado de estos equívocos y ya no digamos en otros ámbitos sociales, culturales, museísticos, etc.

Symbolos siempre ha combatido las imposturas y eso le ha ocasionado cierta polémica, pero siempre ha tenido la habilidad de  saber adaptarse a los nuevos tiempos y crear nuevos espacios como es el teatro o internet, donde en el dominio Symbolos.com se encuentran los textos más importantes de la red, los que están sirviendo de material de trabajo para muchos internautas. Seguidores anónimos que desde sus páginas personales o desde sus blogs comparten y comentan los textos de Symbolos.

Acabamos con estas palabras de nuestro director:

“Symbolos no se retira de ninguna contienda sino que se adapta a nuevas formas con el fin de difundir su voz entre oyentes inéditos y tal vez interesar a otra generación –cosa que ya ha sucedido– en este tipo de temas siguiendo las pautas tan generosas y amplias de la Tradición Hermética.

De hecho el dios Hermes, mensajero dúctil y maleable, siempre ha estado relacionado con el servicio de correos –como puede verse en la inclusión de su efigie en numerosos edificios de servicios postales– y no cuesta entender su transformación de patronazgo en nuevos medios de comunicación como es internet”. (Mª Angeles Díaz)  Leer Carta Editorial en Symbolos

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