viernes, 27 de abril de 2012

CHIMENEAS DE GAUDI EN EL PALAU GUELL

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Desde el punto de vista de la simbólica tradicional la casa es una imagen del cosmos. Es por lo tanto un organismo vivo que respira por sus ventanas y aberturas, siendo la chimenea la representación axial de la salida del cosmos, aquello que nos conecta con los espacios increados y siempre con el misterio.
Es evidente que existe una analogía entre la casa y el propio individuo, en tanto que éste posee un cuerpo que da cobijo a un alma la que a su vez es sede del espíritu en su descenso. Por ello, en ciertas organizaciones iniciáticas, la abertura al cosmos a través de la cual penetran las influencias celestes se significa a través de la tonsura en la coronilla.
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Las chimeneas están señalando el corazón de una vivienda, siendo el hogar el lugar de reunión familiar en torno al cual los más viejos transmiten las leyendas y tradiciones a los jóvenes.
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Estéticamente hablando, las chimeneas suelen dar a una casa un perfil determinado y en muchos casos embellecen un edificio dando vida e identidad a los territorios. Pienso por ejemplo en algunas ciudades portuguesas en las cuales sus chimeneas marcan de manera muy destacada el paisaje urbano.
Las chimeneas que Antoni Gaudí, el gran arquitecto catalán, realizó para los Güell (una interesante familia de mecenas) en el Palau Güell, es la más exquisita excusa que podíamos haber traído para sacar a colación el tema de las chimeneas. Efectivamente, en todos los edificios civiles que Gaudí construyó, las chimeneas no son únicamente un accesorio práctico, sino que éstas embellecen y dan relieve a las azoteas, que hermosean así decoradas con sus peculiares conductos (las de la casa de La Pedrera son un ejemplo bien conocido).
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Gaudí es un arquitecto excepcional, original, meticuloso en los detalles, visionario, pero también práctico, todo lo cual se deja ver en la realización de toda su obra, catalogada de monumental y magnífica, la cual se halla repartida por distintos lugares de España (especialmente en Cataluña), poniendo de manifiesto lo que decimos.
Gaudí fue además un genio innovador que supo rodearse de los más excelentes artesanos (albañiles, carpinteros, vidrieros, ceramistas, cerrajeros, pintores, orfebres, forjadores, etc.) y artistas, que siguieron al maestro como los componentes de una orquesta ejecutando las indicaciones del director, y así fue como supieron trasladar en lo concreto las brillantes ideas de Gaudí, muchas de ellas inspiradas en las formas y fuerzas equilibradoras de la naturaleza. Me refiero, por ejemplo, a sus columnas imitando los troncos de las palmeras, incluso sus naturales curvaturas debidas a la proximidad del agua o la fuerza de los vientos.
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También podemos destacar en este apartado la construcción de su famoso arco catenario, que es aquel cuya curva está descrita por la caída natural de una cadena suspendida por sus extremos y sometida a un campo gravitatorio uniforme. Gaudí pensó en invertir ese arco y aprovechar el equilibrio de esta curva matemática para construir sus ventanales y puertas, a los que dio diferentes amplitudes.
A este maestro de la arquitectura le interesó, por encima de todo, el diseño del Universo, y por ello creó un nuevo lenguaje arquitectónico espectacular, armonioso, sugerente, cálido, seguro, y al mismo tiempo cómodo y alejado de la suntuosidad. Una arquitectura abierta a los espacios que enaltece con la grafía de sus formas, análogas a las que advierte en la flora y el paisaje del Mediterráneo, o sea, en el diseño que el Gran Arquitecto Universal proyectó para esta parte de la Tierra que Gaudí amó y a la que prestó gran atención a la hora de recrear ese paisaje. Muestra de ello la tenemos en la representación de la palmera Margalló, una variedad de palma que sólo crece en esta parte del mundo, algo que no pasó desapercibido para este creador que la imaginó en la forja donde la plasmaron sus artesanos.
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En su nuevo lenguaje, este catalán universal, con una visión mágica de las cosas, bebe en las fuentes de la propia tradición arquitectónica que se desarrolló desde antiguo en la península ibérica a través de sus distintas corrientes, autóctonas o venidas de aquí y de allá: románicas, mozárabes, góticas, mudéjares, renacentistas, neoclásicas. Todo ello queda integrado en su arquitectura para conformar la hermosa y sugerente síntesis de su arte, muy alejado de cualquier sincretismo. Todo un ejemplo.
De ahí que Gaudí sea el máximo representante del modernismo en España y Cataluña, esa preciosa tendencia artística de finales del siglo XIX y principios del XX que, como sabemos, floreció en distintos lugares de Europa, denominándose Art Nouveau en Francia. Por suerte Gaudí sigue vivo, pues la influencia de su arquitectura se deja sentir todavía, y son muchos los arquitectos de todo el mundo que lo tienen como referente.
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No podemos dejar de señalar que entre sus obras arquitectónicas se destacan, por su popularidad y magnificencia, la Sagrada Familia, el Park Güell, la Casa Milà (conocida como La Pedrera, anteriormente citada), la Casa Batlló o la Cripta de la Colonia Güell, por citar las más conocidas.
Ni que decir tiene que cualquiera de sus edificios es susceptible de un estudio pormenorizado, pero hoy nos hemos detenido en estas chimeneas del Palau Güell, verdaderas muestras de que el ingenio y el buen gusto no están reñidos con la funcionalidad y limpieza de la obra. La cosa es que Gaudí levantó este palacio en medio de una manzana, y puesto que tenía ciertos límites, lo elevó con ocho plantas, acondicionando cada habitación con un hogar que diera calor a las estancias y las hiciera confortables.
El condicionante de poner un hogar en cada habitación, incluso en los baños, le obligaba a tener que colocar muchos conductos, y claro está, muchas chimeneas que debía colocar en la terraza. Por ello se le ocurrió una linda, peculiar y elegante manera de hacerlas. Construiría pequeños torreones atractivos a la vista de los vecinos y alegres para las personas que subían a tender la colada o a admirar desde lo alto la bella ciudad de Barcelona entre el mar y la montaña. Y así estas chimeneas aparecen con sus formas enigmáticas y perfiles llenos de magia haciendo que caminar entre ellas sea una fantasía. Unas aparecen recubiertas de colores, logrados a base de aplicar el famoso trencadís cerámico, otras están hechas de ladrillo toledano, de piedra…Y así construyó una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve… Lo cierto es que caminando sobre la azotea del palacio, se pierde la cuenta. Aquí van unas cuantas imágenes. Núria









  
Forja de Antoni Gaudí imitando la hoja de la palmera mediterránea Margalló, bajo estas líneas.



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lunes, 23 de abril de 2012

San Jorge y el Dragón. Añadido Vídeo con la Leyenda Heroica

 Que el espíritu del santo guerrero fecunde los corazones y que aquellos que no ceden a las embestidas del dragón, del “príncipe de este mundo”, los indomables e insobornables, sigan manteniendo su guerra, ahora y siempre.

Muera la Mediocridad y la Puerilidad




“San Jorge y el Dragón”. Dos oleos de Rafael Sanzio de Urbino,Italia. Pintor y humanista del Renacimiento y miembro del Colegio Invisible.

lunes, 19 de marzo de 2012

TERRACOTAS DE LA ANTIGUEDAD

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Pieza de cerámica. Fondo del Museo de la Cerámica, en el Palacio de Pedralbes. Barcelona. Escena que representa el encuentro de Hermes con Herse y su hermana, ambas sacerdotisas del templo de Atenea, en el Atica.


En los encantadores Jardines de Pedralbes, en Barcelona, se encuentra el Museo de la Cerámica, cuyo fondo abarca el periodo que va desde el siglo X hasta el XX. Allí se ven expuestas lindísimas piezas de mayólica, muchas de ellas decoradas con los luminosos colores del levante y sur español (Cataluña, Valencia, Andalucía). Pero son las piezas de la región valenciana las más representadas. Y es que es de todos sabido que los artistas valencianos, tanto ceramistas como plásticos en general, han captado de forma espectacular la luz blanca que el sol proyecta sobre esa parte de la Península Ibérica que se abraza al Mediterráneo. De hecho la pintura de Sorolla es el ejemplo más cercano en el tiempo que tenemos para comprobar a qué nos referimos cuando hablamos de la capacidad, de ciertos artistas, para penetrar en su propia atmósfera vital.

La visita a este museo es muy relajada, pues a través de la cerámica expuesta podemos recrear un cierto aspecto que tiene que ver con el ambiente que en torno a ellas se creó, siempre dentro de la casa familiar; ya fuera en los hogares más humildes, o en los palaciegos, puesto que las piezas que vemos son en la mayoría vajillas, por lo que formaban el ajuar de las distintas viviendas.

Sin duda las piezas más hermosas se usaron en más de un banquete de aquellos que celebraban ciertas damas en el Renacimiento, cuando sus maridos, soldados y hombres de guerra, se encontraban fuera del hogar protegiendo con sus tropas algunas de sus fronteras. Entonces, ellas, en cooperación con éstos, invitaban a los oficiales aliados a sus perfumados salones donde los agasajaban con magníficos manjares, servidos en vajillas suntuosas, que degustaban mientras les ofrecían, junto a sus damas, distendidas conversaciones, y en la sobremesa, algún juego de suertes. Y de ese modo, creaban un ambiente que atrajese, sutilmente, la energía de Venus, todo ello con el propósito de infundirles ánimo y consolidar sus adhesiones haciéndolos imbatibles en el Campo de Marte.

Sin embargo, lo que realmente me ha interesado más en mi recorrido por el museo, y aquello que me ha movido a desplazarme hasta aquí, ha sido una exposición temporal de antiquísimas terracotas, todas ellas reunidas con el fin de dar a conocer los precedentes históricos y artísticos de la cerámica.

Lo atractivo de la Arqueología, como sabemos todos los estudiantes del Agartha, es que te aleja de la vana estética, que es siempre un punto de vista superfluo, y que no hay que confundir con la Belleza, que como dijo el maestro Platón es el reflejo de lo verdadero, y te pone en vía de recuperar el sentido de lo atemporal. El caso, es que gracias a estas arcaicas piezas y a sus decoraciones y formas, ligadas al pensamiento trascendente de aquellos que las crearon, se puede llegar a vislumbrar el origen histórico del pensamiento artístico y de las ideas-fuerza que han forjado los valores de las civilizaciones, en este caso las que han nacido en el ámbito del Mediterráneo.

De ese modo podemos observar el intercambio cultural que se dio entre todos los pueblos que tuvieron ese mar como lugar de encuentro y casa común; los que se relacionaron fundamentalmente a través del comercio, tanto de productos como de ideas.

Los sabios y sacerdotes, siempre reconocieron en ese intercambio de saberes, tradiciones, costumbres y ritos, a una entidad a la que se dio en llamar Hermes, si bien se trata de una energía que otros pueblos también han reconocido, aunque le hayan nombrado de otra manera. La disputa entre religiones, por ejemplo Islam y Cristianismo, etc., viene cuando cada quien defiende su visión particular de la Deidad.

Son los más burdos los que urden esta diferenciación, y los que acaban imponiéndola a las masas, que son aún más burdas. E incluso los que tienen capacidad para entender esto son absorbidos en esa masa, aunque sus discursos sean más elaborados y en sus textos pongan todas las comas en su sitio.

En fin, son los sofistas de toda la vida. Déjà vu.

Precisamente Federico González, habitualmente ninguneado por todos ellos, en su última y gran obra*, sin parangón en el tiempo actual, los describe del siguiente modo:


Sofista:
El exceso de razón discursiva puede llevar a esta forma de ver que no tiene ningún respeto por la verdad y la sustituye por una serie de trucos y chisporroteos que se suponen elegantes considerando cualquier cosa e igualmente la contraria sin que les importe un bledo.
A veces uno se pregunta cómo puede haber gente así y por qué motivo algunas personas valorizan estas frivolidades dialécticas a menos que les reporten ventajas varias de modo inmediato e ínfimo. Ya Sócrates y Platón los menospreciaban aunque aparecen en sus diálogos, siempre alegando erróneamente.
Volviendo al tema de la exposición debo mencionar que estas antiguas piezas proceden de distintas necrópolis, lo que demuestra el gran acto que para nuestros antepasados ha sido siempre morir con la esperanza de una vida nueva.

Egipto fue la gran fuente de inspiración de esa idea trasmitida a los hombres a través de sus propios dioses, esas entidades que a lo largo del tiempo, y por medio de sus distintos avatares, se han manifestado en un lugar determinado para entregarnos sus consignas, y darnos a conocer, por medio de esos emisarios, la barca que cruza a la otra orilla.

Y en consecuencia es gracias a las tumbas de esos ancestros que hemos recuperado grandes claves y hallazgos espirituales que nos sirven a las actuales generaciones para mantenernos unidos, intelectualmente, a esa tradición de navegantes celestes, siempre en pos de las aguas simultáneas.

A todos los que pudiendo heredar, heredan. Núria.

*Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos e Iniciáticos.


Cultura griega. Corinto. Siglos VII a VI a.C.Preciosa jarra decorada con motivos de animales situados en distintos niveles. El jabalí, símbolo de la autoridad espiritual, arriba, indica que posiblemente se usara en algún acto ritual .


Cultura etrusca. Vasija con forma de pez para el aceite. Siglo VI a. C.











Crátera con volutas. Magna Grecia siglo IV a.C. Pieza de elegante forma y finísimo material 



Cremador de perfumes con la imagen de Deméter. La diosa de los Misterios de Eleusis. Siglo II a. C.


Cultura griega. Imágenes de Venus. Siglo IV a III a.C.

Cultura griega. Cráteras con decoraciones mitológicas. Siglo IV a. C.

Cultura griega. Pequeño recipiente decorado con imágenes masculinas portando espadas. Siglo IV a. C


 
Magna Grecia. Guttus, decorado con la imagen de una Gorgona. Siglo IV a. C

lunes, 5 de marzo de 2012

LA ALQUIMIA DEL DOCTOR GRIMALDI

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Hermes y el alquimista Gerber a uno y otro lado del athanor alquímico

Portada del libro del médico y alquimista del siglo XVII: Giancinto Grimaldi. El tema que trata es el de los fundamentos filosóficos de la Alquimia, tenida por los hermetistas como ciencia de las maravillas y relaciones de la Naturaleza.

El libro se ocupa, por ello, de la salud y el modo de alargar la vida haciéndola más placentera. Asimismo del arte de los metales, sus características y toda clase de cosas observadas en su composición y reacción, mediante las que es posible apresurar su madurez y llevarlas hasta sus últimas consecuencias, el oro.

En estos estudios se encuentra el origen de la medicina natural y la química, es decir, toda la farmacopea. Asimismo son la base de los estudios desarrollados en el campo de la mineralogía y la metalurgia aplicadas a la crianza y explotación de minas. Por ejemplo, las ideas alquímicas donde se trata de la maduración de los metales a través del influjo de los astros, teniendo en cuenta numerosos cálculos astronómicos y periodos cíclicos, humedades, etc., fueron las que se aplicaron en la famosa mina de Potosí, en el alto Perú, por el sacerdote español (de Lepe, Huelva) Alvaro Alonso Barba, autor de El Arte de los Metales (obra citada por Mircea Eliade en Herreros y Alquimistas).

Los estudios modernos separaron, definitivamente, la alquimia espiritual de la astral y de la química, diseccionando esta ciencia en estancos compartimentados, o sea, las famosas especializaciones, donde se pierde de vista la armonía e influjo entre las partes.

El libro de Grimaldi está impreso en Palermo el año 1645 por Alfonso Isla. El escudo de la familia Medici en su portada indica que era un ejemplar realizado por cuenta de esta familia de mecenas que se ocuparon, entre otras cosas ligadas a la cultura, de seleccionar manuscritos que se imprimían para las bibliotecas más prestigiosas de la época. El que aquí presento es uno de esos ejemplares y pertenece a la biblioteca histórica del marqués de Valdecilla. Hermes y el alquimista Gerber con el athanor, señalan las raíces intelectuales en las que la obra se fundamenta. dmiventana.blogspot.com
Nota periodística. Núria.


domingo, 19 de febrero de 2012

LA ORDEN DEL TOISON DE ORO


Códice de 1547, donde se ven a los integrantes fundadores de la Orden de El Toisón de Oro.
  Fijémonos que los colores de las vestimentas, el negro, blanco y rojo, aluden a las tres etapas de la obra hermético-alquímica.
Hablar de la decadencia de este mundo es harto aburrido, especialmente para los que hemos seguido, al respecto, el pensamiento enunciado por René Guénon en obras como La crisis del mundo moderno o El reino de la cantidad y los signos de los tiempos, y además hemos colaborado en los cuatro extensos volúmenes que la Revista Symbolos ha dedicado a investigar las claves de este final de ciclo. Por eso, al evocar el tema de una reciente exposición en Madrid referente a la Orden del Toisón de Oro, en absoluto voy a referirme a lo que hoy en día ha quedado de ella, y mucho menos aludiré a los personajes que reciben actualmente esta condecoración (por cierto la más alta distinción que otorga la Corona española), sino que me remitiré a indicar someramente su origen y significado, donde subyace su sentido simbólico y transcendente.
Decir, entonces, que el Toisón de Oro es una Orden de Caballería fundada por Felipe el Bueno, duque de Borgoña, en el s. XV y cuyo sentido está imbricado con el simbolismo alquímico del vellocino de oro, o sea, aquel Tesoro espiritual que pretenden recuperar todos aquellos que han advertido su pérdida. Se trata de un tesoro difícil de conseguir, aunque no imposible, que por otro lado está más cerca de uno que la propia yugular. En realidad se refiere a la búsqueda del Sí Mismo, objetivo de toda iniciación.
Con Felipe el Bueno la corte de Borgoña era un centro de recepción y difusión de los conocimientos herméticos en una época de transición entre la Edad Media y el Renacimiento. El propio duque estaba interesado en la Alquimia y fue su intención que el Arte de la transmutación del alma humana continuara vivo a través de esta Orden hermética. En realidad la simbólica del Toisón reúne elementos de la tradición clásica, el hermetismo y el judeo-cristianismo.
El fuego representa un elemento importante en la alquimia y en la simbólica del Toisón, y tiene su origen en el fuego lanzado por el dragón que protegía el Vellocino en el mito de los argonautas. Los engarces o eslabones del collar del Toisón simbolizan precisamente esas llamaradas de fuego. El mensaje es claro: para alcanzar el vellocino hay que pasar por ese fuego purificador.
Por un códice de 1547, presente en la muestra, puede observarse que los integrantes de la Orden eran magos, monjes, astrólogos y guerreros. Así puede verse en sus atuendos y decoraciones con signos astrológicos, hábitos, espadas y por supuesto collares con el vellón pendiendo.
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En la mitología griega el vellocino de oro era el vellón del carnero alado Crisomallo, que Jasón y los argonautas, entre los que se encontraban Hércules y Ulises, tratan de recuperar en el periplo de su aventura.

Preciosa crátera griega (340-330 a. C. y no incluida en la exposición) con pintura roja donde se ve a Jasón que regresa con el vellón en la mano. Entre los personajes se encuentra Hermes portando el caduceo

Lugar de la exposición: Fundación Carlos de Amberes. C/ Claudio Coello, 99. Madrid. En ella se presentan retratos firmados por Velázquez o Goya e incluso un grabado con la firma de Durero. La muestra recoge otras obras como esculturas, joyas, armaduras y códices relacionados con la rica simbólica y emblemática del Toisón de Oro. Núria

jueves, 12 de enero de 2012

24 Horas en Madrid

I- Arquitecturas Pintadas del Renacimiento al siglo XVIII
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 Ciudad Ideal. 1480-1490. Anónimo.


Pasar un día en Madrid es siempre una aventura, tanto si te dejas llevar por la ciudad como si consigues hacerte un buen programa y seleccionar entre las muchísimas posibilidades que ofrece, culturalmente hablando, y los lugares que podrían visitarse.
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Sí, Madrid es sin duda la capital de España, y aunque no ha dejado de ofrecer una estampa de pueblo grande, ella sigue siendo un espacio donde siempre encuentras una exposición que nos habla de las raíces culturales de Europa, de España y de Hispanoamérica, y esto para mi es siempre una oportunidad de reivindicarlas y proyectarlas en la actualidad.
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En esta ocasión, mi viaje ha comenzado callejeando por Recoletos, la Puerta de Alcalá, la Plaza Mayor, el café Gijón, y otros lugares emblemáticos del centro. Hay mucha animación, y movimiento de viandantes que se desplazan entre las luces y los adornos de Navidad, incitándonos a pensar que esta “crisis”, que algunos llaman económica pero que en realidad es mucho más profunda, es una neblina que se disipa con el bullicio y el color.
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Entro en el Museo Thyssen donde hay una exposición de pinturas denominada “Arquitecturas Pintadas”. Se trata de una enorme selección de cuadros que recogen la arquitectura que se desarrolló desde el Renacimiento hasta el siglo XVIII, el siglo de la Ilustración. Aunque los cuadros se centran en Italia, también hay representados otros lugares de Europa, incluido el Madrid de Carlos III, gran reformador de la ciudad, que la embelleció urbanística y arquitectónicamente.

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Las obras expuestas proceden de muy diversos emplazamientos y su reunión es una narración pictórica relativa a una época y un espacio geográfico bien determinado, y que se expresan a través de la plaza de San Marcos en Venecia; la plaza de San Pedro en Roma, o el puente Vecchio de Florencia, aquel por el que cruzaban Beatriz y Dante; o la plaza de la Signoria de esta misma ciudad.
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La muestra recoge además representaciones de arquitecturas imaginarias o estructuras utópicas, bíblicas y simbólicas, como las que se refieren a la Torre de Babel, que pueden verse en la pintura de Lucas van Valckenborch, de Pieter Brueguel el viejo, o de Athanasius Kircher, ya que todos ellos abordaron el tema.
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Otros autores cuya obra aparece en esta exposición son también bastante conocidos. Podríamos señalar a Pietro Perugino, Giovanni Paolo Panini, Gentile Bellini, Claudio de Lorena, Viviano Codazzi, Fra Carnevale, Francesco Rosselli, Tintoretto, Tiziano, Velázquez (con una pintura titulada "Vista del jardín de Villa Medici"), Poussin, Canaletto, Piranesi, el pintor que en sus grabados (casi fotográficos) pudo recoger la memoria visual de la antigua arquitectura romana, incluso a través de sus ruinas, las que sin embargo están bañadas de esa pátina de evocadora resonancia y claves simbólicas que el tiempo siempre deja sobre las cosas.
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Algunos de los pintores pertenecen a la escuela de Florencia, cuya distinción consiste en que los artistas eran al mismo tiempo filósofos que realizaban sus obras inspirados por las ideas suscitadas por Marsilio Ficino y sus compañeros, los miembros de la Academia Platónica.
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Muchas cosas me han llamado la atención en esta recreación de los espacios arquitectónicos, por ejemplo la relación entre pintura y arquitectura a través de la perspectiva, ampliamente desarrollada a partir del Renacimiento. También la luz captada en muchas de esas pinturas, como un elemento que participa de esa misma recreación…
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Los cuadros son tantos que la muestra se expone dividida, y así es que mientras que las obras realizadas entre los siglos XIV y XVII pueden verse en las salas del Museo Thyssen, la que se efectuó hasta el siglo XVIII se encuentra en el edificio de la Fundación Caja Madrid. Núria. (Continuará).


Ciudad Ideal. Se cree que es obra de Fra Carnavale. 1480-1490

Lucas Van Valckenborch. La Torre de Babel. 1595



Domenico Gargiulo. La Plaza del Mercado de Nápoles. 1654


Giovanni Antonio Cala "Il Canaletto". Plaza de San Marcos, de Venecia. 1723-1724.
 

Giovanni Paolo Panini. Plaza de San Pedro. Roma. 1741


 
Giuseppe Zochi. El Arno a su paso por el Puente Santa Trinita. Al fondo el Puente Vecchio.1741.

 Bernardo Bellotto. Plaza de la Signoria. Florencia.  1742

Canaletto. Il Bucintori. Detalle de la Plaza Ducal de Venecia 1745-1750

Para ampliar las imágenes se puede hacer clik sobre ellas que son una pequeña muestra que puede verse completa en el magnífico catálogo de la exposición .
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viernes, 30 de diciembre de 2011

LA TRADICION HERMETICA Y PLATONICA EN DANTE Y LOS FIELES DE AMOR

(1ª Parte). La Política y la Idea de Justicia en Dante.
Francisco Ariza

El busto de esta bella dama, que recuerda a Beatrice, se encuentra en las inmediaciones de Villa Careggi, Florencia, la finca de la familia Médici donde Marsilio Ficino fundó la Academia Platónica, junto a sus compañeros Pico de la Mirandola, Antonio Pelotti o Francesco Bandini, entre otros.
Foto: Núria



Bajo este título queremos exponer algunas ideas nacidas al calor de una reflexión sobre la presencia de la Tradición Hermética y Platónica en la obra de Dante. Habiendo viajado recientemente a Florencia y la región de la Toscana, todavía están muy frescas en nuestra memoria las imágenes de estos lugares que fueron en su momento el centro cultural más importante de Europa. Allí nació Dante y allí prendió con fuerza esa organización iniciática de carácter hermético llamada los Fieles de Amor, a la que el mismo Dante perteneció junto a otros destacados personajes de la cultura italiana de su tiempo, como Guido Guinizzelli, Brunetto Latini, Guido Cavalcanti, Cino da Pistoia, Lappo Gianni, Francesco da Barberino, Cecco de Ascoli, Nicolo de Rossi, Dino Compagni, Francesco Petrarca y Giovanni Boccaccio, sin olvidarnos del francés Jacques de Baisieux y de otros repartidos por la geografía europea, especialmente el Languedoc y la Provenza.
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Hemos de decir que pese a los setecientos años transcurridos desde Dante y los Fieles de Amor, la presencia de todos ellos está todavía viva en Florencia y otras ciudades de la Toscana (Pistoia, Arezzo, Prato y desde luego Siena), y se intercala con la presencia no menos viva de los representantes de esa otra corriente intelectual análoga, y también heredera de aquella, que desde la Academia Platónica de Florencia dirigida por Marsilio Ficino y bajo el mecenazgo de los Médicis generó la espléndida época del Renacimiento, vital para la perpetuación de los valores más elevados de nuestra cultura, nutridos principalmente de las distintas corrientes de la Tradición Clásica, el Hermetismo y el Judeo-Cristianismo.
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Estamos hablando de la Tradición de Occidente, rama de la Tradición Unánime o Sabiduría Perenne, la que todos los pueblos y civilizaciones han conocido constituyendo su núcleo más íntimo y secreto. Si exceptuamos la era moderna, el hombre de cualquier tiempo y lugar siempre ha encontrado en las enseñanzas sapienciales de su propia tradición cultural todo cuanto ha necesitado para hacerse consciente de sí mismo y de su ser en el mundo, o sea de su verdadera identidad. Esas enseñanzas van dirigidas directamente a despertar la inteligencia que reside en el corazón, al que no hay que confundir con el órgano del mismo nombre, que en cualquier caso, y no es poco, constituye su imagen simbólica. Para una sociedad tradicional, o arcaica, el corazón siempre ha sido la sede del Intelecto suprarracional, gracias al cual podemos conocer nuestros estados superiores, de ahí su vinculación con la idea de centro y de eje. Como más adelante tendremos ocasión de ampliar, es a ese Intelecto al que Dante y los Fieles de Amor llamaron "Madonna Inteligencia", a la que constantemente invocaron en su búsqueda de la Sabiduría y el Conocimiento.
https://www.2enero.com/textos/f_ariza_fieles_de_amor.htm

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[Este artículo fue publicado en dos partes en la Revista SYMBOLOS Telemática, 2012. No hallándose ya en la web de la revista se publica en la web de la librería Dos de Enero con el permiso expreso de su autor].


viernes, 16 de diciembre de 2011

Feliz Navidad y Prosperidad para el 2012


 

"Brindo por la tersura del Amor
Por la juventud sin barreras
Por la unión orgiástica con el Cosmos invisible"

Con este mágico brindis que, por la salud de las estrellas,
realizan las mujeres protagonistas de la obra teatral: "Noche de Brujas", de Federico González,
 os deseo a todos:
¡Feliz Navidad!
En cuanto a la preciosa talla de la dama renacentista que os muestro, y que tan afortunadamente se acopla a dicho texto, la encontré en la Mezquita-Catedral de Córdoba. Andalucía.
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domingo, 20 de noviembre de 2011

Una Voz de la Sabiduría Perenne

Montaña de Montserrat. Ejes verticales que se yerguen de la Tierra al Cielo
(Pulsar sobre la foto)

El camino que ultimamente tomo a diario, enfila hacia la montaña de Montserrat, el monte sagrado de Cataluña. Durante el trayecto tengo muy bonitas panorámicas, algunas masías, campos sembrados de vid y mucho pino mediterráneo. Esta mañana, envuelta en la belleza del verdor que este cálido Otoño ha conferido al manto de la Tierra, me vinieron a la mente las palabras del jefe sioux Gaile Hing Pine, que le oí pronunciar hace unos días a un buen amigo mío, ecologista, filósofo y poeta; y que se referían a que el Cosmos es un organismo vivo y en constante transformación, reflejo de un Ser Unico que se manifiesta en él, realidad que sólo la inteligencia del hombre es capaz de comprender.
Comparto aquí con los amigos del presente y del futuro estas palabras del pasado para que reververen en nuestra memoria y seamos capaces de tomarlas como lo que son: un legado vivo de la Sabiduría Perenne. Núria.


"Todo está situado en el centro del universo.
Tú eres el centro, el punto de mira, de convergencia de la Tierra que fluye en ti, tanto física como espiritualmente: el aire, el agua, los seres vivos que te nutren, que se funden en tu existencia.
Todo se define en relación a ti. […] Cada pino particular tiene su propia disposición única y sagrada de agujas, ramas, corteza.
El sol, el agua, el suelo y el viento crean la forma de todos los pinos.
Pero la forma de cada pino no se define ni por su similitud ni por su diferencia respecto a otros pinos, no es una cosa, sino un proceso, como nosotros".

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lunes, 31 de octubre de 2011

BELLA FIESTA DEL VALLE

Fragmento de una pintura funeraria. Museo Egipcio de Barcelona.

“Bella Fiesta del Valle” era un rito anual que el antiguo Egipto celebraba en honor a los muertos, es decir, a aquellos que habían emprendido el viaje al País Celeste acompañados de sus ushebtis, sus oraciones escritas en papiros y sus talismanes.
Hoy en día en que nos invaden frívolas fiestas de difuntos, acordes con la puerilidad de nuestro tiempo, vale la pena recordar la importancia que esta fecha tenía para la cosmovisión de las antiguas civilizaciones, y que plasmaban en representaciones simbólicas. No debemos olvidar, en este sentido, que Osiris, que es el centro de esa cosmovisión, es el dios de los muertos y rey de ultratumba. Núria
Facebook de la Autora del blog
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jueves, 20 de octubre de 2011

Elogio de la Vida Solitaria

Francesco Petrarca en su estudio*


"El hombre solitario se tiene a sí mismo como compañero de mesa, como interlocutor y convidado no tiene miedo de quedarse solo si es consigo mismo con quién está.

Su corazón no envidia ni odia a nadie. Contento con su suerte y su fortuna e inaccesible a las injusticias, no teme ni desea nada, pues sabe que son bien pocas las cosas que bastan en la vida de los hombres, y que la riqueza más elevada y más auténtica es no codiciar nada y no temer al poder supremo.

Lleva una vida sosegada y dichosa, de noches plácidas, días basados en el ocio y comidas tranquilas. Camina libre, se sienta confiado, no urde ni se previene contra ninguna intriga. Sabe que a él le quieren por lo que es y no por lo que tiene.

Ciertamente hay quien piensa que la vida solitaria es peor que la muerte y que precisamente este tipo de vida conduce a ella.

Esta idea se da principalmente entre los iletrados, a los cuales si les falta un interlocutor ya no tienen nada de que hablar con ellos mismos o con los libros, y por tanto permanecen callados.

Sin duda la soledad sin las letras es totalmente un exilio, una prisión, un potro de tortura. Pon la cultura y tendrás la patria, la libertad, una fuente de placer.

Son bien conocidas  aquellas palabras de Cicerón referidas al ocio: ¿Hay algo más dulce que el ocio dedicado a la cultura?

Por otra parte también es bien conocida la sentencia de Séneca: El ocio sin la cultura es como la muerte, o sea, una sepultura para el hombre vivo".

Petrarca, el autor de esta oda,  perteneció al grupo de los "Fieles de Amor", la organización secreta de la cual Dante fuera su miembro más destacado. Estos filósofos a menudo aparecen retratados con apariencia de clérigos o místicos, pero en verdad todos ellos fueron hombres apasionados  y  auténticos guerreros e iniciados en el Conocimiento,  que se manifestaron contra la estulticia, enfermedad que amenaza a los hombres de todos los tiempos y frente a la cual opusieron el cultivo de las ciencias y las artes, entre ellas la poesía, como manifestación del Verbo creador. 

Y aunque todos ellos hablaban de la necesidad de la soledad y el silencio, siendo los primeros en la historia en aconsejar tener un gabinete privado para el estudio (cambiando el concepto de vivienda), tanto para la mujer como para el hombre, sin embargo estuvieron muy comprometidos con la vida social y con la política de su época, señalando, cuando fue necesario, todos los abusos y malas artes (artimañas) que desde los poderes políticos y religiosos se cometían, ya fuera por maldad o por incapacidad.

Petrarca escribió numerosas odas y canciones de amor dirigidas a Laura, la musa de su inspiración, o sea, la mujer donde vio reflejada su propia alma superior. Mª Ángeles Díaz



*Copyright  de la imágen de Petrarca: "My Own Photo"


miércoles, 31 de agosto de 2011

Rafael y Tobías. Una Historia Ejemplar


Andrea Verrocchio. Nacional Gallery de Londres

Un amigo que conoce bien los caminos y los montes se ofrece a guiar a un joven  judío llamado Tobías, noble y lleno de fe, que se dirige a la ciudad de Ragués de Media donde su padre, ciego desde hace años, le ha mandado ir a cobrar un capital que tiene allí depositado.

Este compañero conoce el alma del joven Tobías y sabe que éste sueña con encontrar a una bella mujer con la que formar una familia, por eso durante el viaje le habla de Sara, una joven que vive en la ciudad a la que van, la cual además de bonita es inteligente y valerosa, e hija de una honrada familia. Tobías tras escuchar atento al amigo queda ansioso por conocer a Sara y siente que ya se ha enamorado de ella.

Pero existía un grave problema, la joven, aunque aún virgen, estuvo siete veces casada y siete veces el demonio Asmodeo ocasionó la muerte de sus maridos nada más entrar en la cámara nupcial, antes de consumarse el matrimonio.

Durante el trayecto los amigos se detienen a descansar a la orilla del Tigris cuando un pez intenta arrastrar al joven Tobías hacia el caudal de aguas, y a punto está de conseguirlo si no es porque el joven, obedeciendo a su compañero de viaje, agarra al pez hasta sacarlo fuera del agua.

Entonces el amigo guía le dice:

"Tobías abre ese pez y sácale el corazón, el hígado y la hiel. Luego cásate con Sara y una vez estés en la alcoba nupcial echa sobre el quemador de perfumes el corazón y el hígado. Eso ahuyentará al demonio para siempre, y en cuanto a la hiel guárdala pues es un buen medicamento".

Subyugado al conocer a Sara pronto ambos jóvenes se desposan siguiendo el ritual judío. Luego, y antes de llegar ambos al tálamo nupcial, Tobías hace todo cuanto le dijo su compañero de viaje. Y así es como juntos y abrazados despiertan los dos jóvenes en su primer amanecer como esposos. Asmodeo ya no existe.

Ya de regreso a su pueblo en compañía de Sara y portando la plata que había recobrado, más una rica dote de la esposa, el amigo guía vuelve a hablarle a Tobías:


"Adelántate y ve hasta tu padre. Toma la hiel que guardaste y frótasela en los ojos"


Raudo, Tobías hace cuanto le dice el amigo y así logra devolver la vista al padre, quien puede ver a su hijo llegar junto a su linda esposa y una caravana de animales y objetos para su nueva vida.

Tobías cuenta a su padre tolo lo sucedido durante su viaje y éste, después de oír el relato, decide que deben entregar la mitad de todos los bienes que poseen a aquel desconocido que tanta alegría les había dado, y cuyo aspecto es el de un joven corriente, o sea, un hombre sencillo acompañado de un perro fiel.

Y cuando le preguntan:


"¿Quien eres?"

Este responde:


"Yo soy Rafael, que significa medicina de Dios, uno de los siete ángeles que están en la Gloria de Dios encargado de llevar sus mensajes a los hombres"


Y antes de que lo advirtiesen, Rafael ya había desaparecido.

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La historia de Tobías es de las más bellas que pueden leerse en la Biblia y constituye un compendio de la cosmogonía hebrea y de los nombres y números asociados al lenguaje simbólico de la jerarquía angélica, donde los demonios son aspectos contrarios y complementarios de esas mismas entidades.


La escena que recoge este pequeño cuadro es obra de la escuela de Andrea Verrocchio y se corresponde con la instantánea en la que Rafael, bajo el aspecto de un ángel ataviado de elegantes ropajes, se adelanta en el camino junto a Tobías para entregarle, en una cajita que sitúa junto a su corazón, el ungüento que habrá de sanar la vista del padre, de nombre también Tobías, de la tribu de Neftalí.


Mientras el joven Tobías viste a la moda florentina, es decir, tal como lo hacían los jóvenes de la época en que se realizó el cuadro, o sea, Leonardo da Vinci (que aún muchacho, fue quien pintó el lanudo perrito que acompaña a Rafael),  Sandro Boticelli, Lorenzo y Giuliano de Médici, Angelo Poliziano o cualquiera de aquellos que se acercaban a la escuela de Verrocchio para estudiar la técnica pictórica y comentar entre ellos los nuevos libros de Filosofía Hermética, Neoplatonismo y Cábala Cristiana, que Marsilio Ficino acababa de traducir y que circulaban de unos a otros, y cuyas ideas, sin duda, inspiraban sus obras. Núria.





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sábado, 23 de julio de 2011

Emblemática Hermetico-Cristiana



Libro de emblemas y símbolos sobre el Amor Divino, representado por la atracción que siente el alma por unirse al espíritu.
Los grados del amor son como una escala y van desde el más denso y bajo de los escalones al más alto y sutil. Las imágenes de este libro pertenecen al simbolismo hermético y alquímico cristiano y aluden al más alto de todos, el Amor que busca la unión con el Ser Universal y la salida del Cosmos. Núria