lunes, 15 de junio de 2009

Lucena, la Perla de Sefarad

Estas son algunas huellas del pasado judío de Lucena, la "Ciudad de los poetas del Talmud", expuestas en una sala del museo arqueológico de la ciudad Cordobesa.

La carretera que lleva a Lucena desde Córdoba cruza por una inmensa campiña marcada por el relieve de suaves colinas que se pierden a la vista. Estamos en pleno Corazón de Andalucía.
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En esta mañana soleada del mes de mayo la luz brillante hace tornasoles en los vigorosos cultivos de maíz, cebada, trigo… que se extienden, alineados en filas de soldados, en todas las direcciones.
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La fuerza de la Primavera se deja notar también en el borde de la calzada. De pronto es la sangre del mítico Gerión vencido por Hércules, la que tiñe la tierra de amapolas, luego el poder germinal de la flor amarilla, el jaramágo, cambia el retal de un paisaje o de una tenue ladera.
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¡Qué hermosa es esta tierra domesticada por la agricultura desde la época de los tartesos, los fenicios y los griegos, quienes supieron ver en esta “espesura selvática” de “corpulentos árboles poblada”, como describieron Tito Livio o Estrabón a estas tierras de la Bética, que tanto el olivo como la vid crecían espontáneamente.
Había estado por aquí en época de verano, cuando esta tierra generosa ha donado ya sus frutos o pinta los cultivos de dorado y maduro, lo que hace que los campos aparezcan agotados, confundiéndose el turista de ciudad que ante este aparente aspecto yermo no reconoce que la campiña ya entregó, a su justo tiempo, las dádivas de la cosecha.
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Presto mucha atención a este entorno de vistas amplias recordando las palabras y comentarios de ilustres personajes del pasado, o de discretos viajeros que han estado por aquí. En todos ellos destaca idéntica admiración a esta inmensidad que sólo encuentra límite en la línea del horizonte, que en esta época enmarca a un cielo inundado de luz clara.
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Pero especialmente me emociona pensar que este es el camino que emprendían los poetas del Talmud cuando iban a Eliossana, nombre hebreo de Lucena, ya que entre los siglos IX y XII la ciudad a la que me dirijo estuvo habitada exclusivamente por judíos manteniendo en ella la escuela talmúdica más importante de España, a la que acudió el propio Maimónides y de la que salieron algunos de aquéllos judíos que se establecieron en distintos lugares de España y el sur de Francia, formando otros parte de la famosa Escuela de Traductores de Toledo, que tan fundamental ha sido para la cultura judía, cristiana y musulmana.


No sin razón Eliossana, fue conocida entonces como “la ciudad de los poetas” extendiéndose su fama por todos los centros judíos de Europa y el Mediterráneo, que dieron a Lucena el título de“Perla de Sefarad”.

El pueblo judío ha sido un pueblo muy castigado a lo largo de la historia y también aquí, después de siglos de florecimiento, tuvo que vivir su ruina


Del propio Abraham ibn Ezra es este cantar amargo que describe el final de Lucena por los montaraces almorávides.
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"¡Ay! Cayó sobre Sefarad el mal de los cielos,
un lamento se cierne sobre Occidente,
por ello tiemblan mis manos.
Mis ojos, mis ojos manan lágrimas.
El llanto de mis ojos cae como manantial por la ciudad de Eliossana;
libre de tachas, pura, allí moró la cautiva comunidad,
sin cesar hasta cumplir la fecha de mil setenta años;
pero llegó su día, vagó su gente y ella quedó como viuda,
huérfana de Ley,
sin Escritura,
sellada la Misná,
el Talmud estéril se tornó…."
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Crónica de Viaje publicada también en DIARIO LITERARIO DE VIAJES con fotos complementarias.



lunes, 1 de junio de 2009

El Caribe precolombino. Fray Ramón Pané y el Universo Taíno

Dúho, asiento ceremonial tallado en madera

La población taína habitaba la región del Caribe precolombino, en las islas que conocemos como las Antillas Mayores y que son: la antigua La Española, Jamaica, Puerto Rico y Cuba, cuando la llegada de Colón. El hombre que pese a sus errores (incluido el de creer que llegaba a las Indias), fue el artífice que eligió el destino para cambiar la faz de la tierra.
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Lo que sabemos de estos antiguos pobladores está ligado a la fecha de 1493, cuando el Almirante se entrevistaba con los reyes Católicos en el monasterio de San Jerónimo de la Murtra, un antiguo convento gótico situado en el término de Badalona (Barcelona), para hablarles de aquél gran acontecimiento que representó el “Nuevo Mundo”.
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El Almirante, hombre culto e imbuido de lecturas y estudios de los que se alimentaron las grandes figuras del Renacimiento, de cuyo núcleo formó parte, manifiesta a los monarcas la necesidad de acompañarse en su segundo viaje, de personas instruidas, capaces de aprender el idioma y las costumbres de los indígenas e indagar en el modo que aquellas gentes tenían de entender el universo.
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Seguramente fue en el propio monasterio de la Murtra donde Colón conoce a Fray Ramón Pané, un religioso de la Orden de los Jerónimos, quien decide enrolarse con el navegante y hacerse cargo de esa misión.
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Es así como Pané escribe la primera crónica del descubrimiento, hoy considerada el “primer documento etnográfico de América”, cuyo redactado entrega al almirante Colón hacia 1498.
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Colón trae a España el manuscrito que enseguida interesó, entre otros, a fray Bartolomé de Las Casas, el defensor de los indios y considerado por Federico González, “la gran figura del Renacimiento Español” junto a personajes como Juan Luis Vives, el hebraísta Benito Arias Montano y Francisco de Vitoria.
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La crónica de Pané, titulada “Relación Acerca de las Antigüedades de los indios”, se inicia con estas palabras:
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“Yo, fray Ramón, pobre ermitaño de la Orden de San Jerónimo, por mandado del ilustre señor Almirante y virrey y gobernador de las Islas y de la Tierra Firme de las Indias, escribo lo que he podido saber y entender de las creencias e idolatrías de los indios, y de cómo veneran a sus dioses. De lo cual ahora trataré en la presente relación….”
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Pané anota en su relación como que estas gentes trabajaban de forma extraordinaria la madera, la cerámica, la piedra, el carey, el algodón..., que cultivaban tabaco, maíz, yuca, y maní, principalmente y describe un pueblo tranquilo que además de vivir de la agricultura eran excelentes pescadores y practicaban el ancestral juego de la pelota.
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También se lee lo que aquellas gentes creían que pasaba con las almas de los difuntos, describiéndose ciertas ceremonias de los sacerdotes y la forma como éstos realizaban sus curaciones. También recoge la relación de sus nombres, la función que desempeñaban en su organización social y los atributos que ostentaban.
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Fray Ramón pasó años con los taínos, aprendió varias lenguas y nos trajo palabras tainas a nuestro vocabulario español como es huracán que se corresponde con el nombre de una de sus deidades furiosas, canoa, cacique, barbacoa, maíz, cayuco, hamaca, y otras muchas.
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Explica que ellos no tenían escritos y que por eso no sabían bien cómo relatar las cosas, por eso apunta:
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“Todo lo que escribo, ellos lo dicen así, y de esta manera escribo yo”
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Y señala:
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"Creen que hay en el cielo un dios inmortal, y que nadie puede verlo, y que tiene madre, mas no tiene principio, y a éste llaman locahuuague Maorocon"
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Y aquel gran señor, que dicen está en el cielo, según está escrito en el principio de este libro, mandó a cierto cacique que ayunase... Y dicen que este cacique afirmó haber hablado con Giocauuaghama
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Pané no sólo recoge los mitos con que estos pueblos explicaban el origen del mundo, del sol y de la luna, la creación del mar y de los peces, y la aparición del hombre en la tierra, sino ciertos detalles relevantes del modo en que los aborígenes recibieron, adaptándolos a su propio imaginario, los mitos cristianos.
Distintos cemíes taínos
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Habla de los cemíes (o cemis, también se escribe zemí)), considerados por los taínos representaciones de sus dioses tutelares. Cuenta que cada cacique o jefe tribal tenía un cemí particular, aparte de que existían cemíes que eran aceptados como poderosos protectores por los diversos grupos clánicos.
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También anota Fray Ramón, que cuanto más dignidad tenía una persona, chamanes, caciques, etc., más importancia daban a los cemíes y todo lo que estos representaban, pues sabían que de ellos dependía toda su cosmogonía y su organización cultural.
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Los cemies son iconos con distintos aspectos y fabricados con diversos materiales: piedra, barro, madera, hueso, concha.
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Entre los cemíes mas habituales estaban las "piedras de tres puntas" o trigonolítos, representaciones de Yucahuguamá, (locahuuague) tanto Pané como De las Casas escriben el nombre de distintas formas) “el Gran señor que hace nacer la Yuca” y que enseñó a los taínos a domesticar este rico alimento que sin embargo contiene cianuro que debe ser eliminado durante una correcta elaboración.
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Estas líticas expresiones artísticas y simbólicas, eran utilizadas por los antiguos pobladores, como talismanes, en rituales propiciatorios de la fecundidad.





Cemí representando a Yucahuguamá. Trigonolíto
Dice Pané:

"Los cemíes de piedra son de diversas hechuras.
Hay algunos que dicen... que tienen tres puntas y creen que hacen nacer la yuca".


Una muestra que reúne cincuenta y seis piezas del arte ritual taíno, procedentes de distintas colecciones, del British Museum de Londres, del Museo de América de Madrid y del Museo Barbier-Mueller de Arte Precolombino de Barcelona, se presentó hace unos meses en este último lugar. En la actualidad se exhibe en la Casa de América de Madrid. De todo ello se ha editado un magnífico catálogo (ISBN: 978-84-96982-17-8) con espléndidas fotos de todas las piezas expuestas, titulado igual que la exposición: “El Caribe precolombino. Fray Ramón Pané y el universo taíno”, el cual constituye una obra preciosa para cualquier buena biblioteca

Aro lítico. Cultura Taína

Ver: http://cacibajagua.blogspot.com.es/2008/01/mitonimia-aborigen-taina.html

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Desde mi ventana, Feliz Navidad

Gloria a Dios en el Cielo y en la Tierra Paz a los hombres de Buena Voluntad.




 Oleos originales de Andrés Curruchich. Comalapa, Chimaltenango. Colección del Museo Ixchel de Guatemala. http://www.museoixchel.org/


Núria

sábado, 29 de noviembre de 2008

Dionisio y Hermes en el Orsay de París


Dionisio y Hermes, Museo Orsay, París


Cuando uno cree que sabe y no sabe, lo único que ocurre es que se refleja en nosotros la ignorancia.

Máxima hermética

Núria
Desde mi ventana

sábado, 22 de noviembre de 2008

"Morenika a mi me yaman" Sonido Sefardí-Ladino.

Morenika a mi me yaman, es el título de una de las muchas canciones populares en ladino que en el siglo XV llevaron a distintos lugares del mundo los judíos sefardís, y que se han ido transmitiendo de generación en generación. Estas canciones contienen pues, un español arcaico en el que se descubre el origen de muchas palabras que hoy en día se conservan en lenguas como el catalán, castellano e incluso la contracción "sos" y otros modismos argentinos, andaluces, maños, etc.

Así se escribe en sefardí-ladino actual:

Los Djudyos Sefaradis trusheron kon ellos una lingua i cultura specifika. La lingua ke trusheron era el Espanyol del siglo 15. Este Espanyol sigio su propio kamino estando influensado por otras linguas al deredor de su komunita, i a la fin se developo en “Judeo-Espanyol”, el Espanyol de los Djudyos Sefaradis. La cultura muzikal dominante en Espanya en el siglo 15 era la “Romansa”. Las romansas eran kantikas ke kontavan istorias de bravura i de gerras de los nobles de la epoka. Kon tiempo, este tipo de kantika fue adoptada por el “puevlo” i tomaron temas de kada diya. Las kantikas tomaron temas de amor, de djelosiya, de dedikodu, i de todo modo de relaciones i sentimientos interpersonales. La lingua en todas estas kantikas folk siempre fue el Judeo-Espanyol. Aparte de sienes de kantikas orijinales ma anónimas, uvo munchas kantikas emprestadas de melodiyas populares i eskritas kon palabras Judeo-Espanyolas.
Carátula de un C.D. con recopilaciones de sonidos sefardis-ladinos.
Por todo ello es perfectamente lícito pensar que el Ladino, además de mantener activo el acervo cultural de los sefardíes (de Sefarad, España) es una herencia cultural no sólo española y judía, sino de ámbito mucho mayor, universal.

Por otro lado la palabra ladino, aunque para muchos ha tomado un cariz negativo, en realidad quiere decir “traducido”. Veamos, ladino procede del verbo "enladinar", que significa "traducir", y es una palabra que tiene su origen en los trabajos que realizaban los judíos, moros y cristianos que pertenecían a la escuela de traductores de Toledo, creada por Alfonso X el Sabio, donde, como se sabe, se tradujeron los clásicos del hebreo, del griego y del árabe.

No obstante todo ello debía verterse a la lengua común de entonces, para que fuera entendible al pueblo, y de eso se dijo que "enladinizaban" los textos. Para algunos esto era una vulgarización, pues suponía traducirlos a una lengua popular y no a una culta como el latín.

Volviendo a los sonidos ladinos, habría que decir que gran parte de estas canciones sefardís que desde hace años se siguen recopilando y divulgando, cuentan historias de amor, romances, como se dijo, pero entre ellas también las hay con un sentido esotérico donde se ocultan ciertos secretos de su tradición, la Cábala, y están basados en el Antiguo Testamento, siendo la música y las canciones la manera en que se han conservado vivas en la memoria y al mismo tiempo transmitidas en el ambito familiar, especialmente de madres a hijas.

La letra que presento aquí, Morenika a mi me yaman, bien pudiera estar aludiendo a aquellas palabras que el rey Salomón pone en boca de la Reina de Saba, y que siempre me parecieron tan enigmáticas: “Soy morena y soy hermosa…”, aunque las que se leen en el libro de la Sabiduría escrito por este rey Sabio. Dejando a un lado la literalidad de la frase bíblica, puesto que todos los libros sagrados están escritos en cuatro niveles de lectura, la pregunta es: ¿Qué querrán decir de verdad estas palabras dichas por una mujer que, como cuentan las crónicas bíblicas “acudió desde los confines del mundo a alabar la sabiduría de Salomón”, es decir atraída por sus ideas y su forma tan elevada de entender el Amor y la Justicia.




Oyendo la reina de Saba la fama que Salomón había alcanzado por el nombre de Jehová, vino a probarle con preguntas difíciles,

 ésta es una de las menciones que se hace en la Biblia sobre la Reina de Saba.

Makeda, Balkis, y tal vez otros, son los nombres con que la literatura tradicional de distintos pueblos ha recogido la memoria de esta ilustre dama, cuya belleza e inteligencia atrajeron la admiración del más sabio de los reyes, y cuya estela no sólo ha impregnado los textos sagrados, sino la literatura y el cine.

Hay distintas leyendas que hablan de esta reina, una de ellas es popular de Etiopía; en ella se relata que el príncipe Tarmin volvió de un viaje comercial a Israel hablando de la sabiduría del gran Rey Salomón y que ante ello la Reina Makeda quedó tan impresionada que decidió ir hasta Judea, a su encuentro. Para tal visita la reina preparó una caravana cargada de regalos, entre ellos incienso, oro, y joyas, todo lo mejor para agasajar a tan ilustre personaje. Cuentan también que al conocerse ambos se enamoraron de inmediato, admirando ella los conocimientos y sabiduría del rey, y éste la inteligencia y hermosura de la reina. De su amor nació un hijo quien - siguiendo la leyenda etíope- inició la más larga y fecunda dinastía real de ese pueblo.

Placa en la puerta del Baptisterio de Florencia, donde se escenifica el encuentro entre el rey Salomón y la Reina de Saba.


Grabado de Gustav Doré. En él aparece la reina de Saba siendo recibida con todos los honores por el rey Salomón.

Letra de la canción en idioma Sefardí-Ladino (que en el video adjunto está interpretada por Paçaro Sefardi)

MORENIKA A MI ME YAMAN,
Yo blanka nasi
I del sol del enverano
Yo me ize anzi.

Morenika, grasyozika sos,
Tu morena i yo grasyozo
I ojos pretos tu.

Morenika a mi me yaman
Los marineros.
Si otra vez ami me yaman.
Me vo kon eyos.

Morenika a mi me yama
El ijo del Rey
Si otra vez a mi me yama
Yo me vo con el.



Núria
Desde mi Ventana


miércoles, 12 de noviembre de 2008

Kodo, una crónica desde Buenos Aires

Estimada Núria,
La noche del 4 de noviembre en Buenos Aires hemos tenido la sorpresa de ver y experimentar un espectáculo extraordinario llamado Kodo, de ritmo, sonido y movimiento -interno y externo-, a través de golpes ritmados y gestuales de tambores de varios tamaños y formas (desde pequeños tamborines a inmensos y bellos tambores), y algunas veces, acompañados de flautas, el gong, unos pequeños platillos dorados, produciendo una poderosa danza acompañada de cantos y gestos. Estos sonidos ritmados a modo de mundos dentro de mundos son formas de invocación, principalmente al dios del trueno, la tormenta, el viento, la lluvia... en fin, a toda la naturaleza; lenguajes sutiles, a través de los cuales se es transportado por el sonido atronador de los tambores a la vivencia de estos estados, a su potencia, sus movimientos rítmicos y cíclicos, repetitivos, produciendo una especie de encantamiento y rapto al ritmo mismo del corazón.
Kodo, un grupo de artistas japoneses, en una gira mundial denominada "un sólo mundo", se dedica a preservar y a reinterpretar las artes tradicionales japonesas.

En el programa se explica que: "Al explorar las ilimitadas posibilidades del tambor tradicional japonés, el 'taiko', Kodo forja nuevos rumbos para un arte vibrante. En japonés, la palabra "Kodo" tiene dos significados: el primero es el origen de todo ritmo -el latido del corazón- que representa el corazón de la madre sentido por el bebé en el útero y aunque parezca imposible a menudo los bebés se duermen arrullados por este atronador sonido; y segundo (según como se lea) la palabra puede significar "niños del tambor" -una reflexión del deseo de Kodo de tocar sus tambores con sencillez, con el corazón de un niño".

Y dicho esto nada más mencionarte algunos títulos tan sugerentes como los siguientes que describen de alguna manera lo que allí acontece: "Puerta a lo desconocido" o "Tobira, se refiere a una puerta... que antes de abrirla no tengo idea de qué me espera del otro lado... cada golpe está repleto del espíritu de los intérpretes, que se imaginan embarcados en una aventura en un mundo desconocido". Otro: "Como un bosque en el océano" donde el artista se enfrenta con un tambor de un tamaño muchísimo mayor que si mismo y se ve sumergido, por el extraordinario sonido de ese gran instrumento a las profundidades del océano. Y dos más: "Mariposa", una bellísima danza ritual interpretada con 2 abanicos cuyos lados, uno dorado y otro plateado, eran movidos por la bailarina que danzaba a manera de una mariposa y "Monochrome" del que se dice en el programa que "al entrelazar patrones rítmicos constantes con otros altamente irregulares, se potencia en espiral hasta alcanzar un clímax. El oyente podrá interpretar los sonidos como los cambios en las estaciones, incluso la progresión de la vida misma". Y para terminar: "O-daiko, este gran tambor tallado de un solo tronco de árbol, mide más de un metro de diámetro y produce sonidos intensos poseedores de una profunda tranquilidad. Habrá que dejarse llevar por las vibraciones del poderoso y antiguo tambor y el puro impulso del percusionista transformándose en uno con su instrumento..."
Virginia



Nota: Como en otras ocasiones publico con gusto esta crónica enviada desde Buenos Aires por Virginia, una amiga de “Desde mi ventana”, a la que agradezco especialmente esta interesante aportación al blog. Núria

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domingo, 9 de noviembre de 2008

Viaje a Ampurias, Puerta de Entrada de la Cultura Clásica en Hispania

Ruinas de Ampurias (Empúries), en la costa catalana

Siguiendo las rutas simbólicas por la Geografía y la Historia de Cataluña, y después de haber visitado Tárraco y Centcelles , la Cova d’en Daina y la ciudad ibérica de Ullastret, Francisco Ariza nos conduce en esta ocasión a Ampurias (Empúries), un bellísimo paraje en la costa mediterránea que se convirtió en el primer asentamiento griego dentro de la Península Ibérica, y podríamos incluso decir que también allí en Ampurias se estableció, simultáneamente con Tárraco, el primer enclave romano. Es decir que Ampurias, fue la puerta de entrada de la Cultura Clásica en Hispania.

Una ciudad cuyos restos comenzaron a emerger hace justamente un siglo gracias a los datos aportados por ciertos historiadores, arqueólogos y arquitectos como Puig y Cadafalch, que se ocuparon de ubicar el enclave.

Al reportaje fotográfico del viaje a Ampurias he añadido algunas frases, entrecomilladas, pronunciadas por Francisco Ariza durante la visita guiada que tuvo lugar ayer, y que como las anteriores rutas simbólicas ha sido patrocinada por el Centro de Estudios de Simbología de Barcelona.
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"Hay ciudades que han jugado un papel crucial en la historia de los pueblos y las civilizaciones, que no olvidemos constituyen organismos vivos. Ampurias es una de esas ciudades, y su elección por parte de aquellos comerciantes griegos venidos de la lejana Focea respondió en gran medida a la posibilidad de realizar ese imaginario mítico que les nutría desde antiguo, es decir de establecerse en una tierra que de algún modo ya les era familiar pues formaba parte del paisaje de su propia geografía espiritual".
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Al nordeste aparece Sant Martí de Empúries, la pequeña isla (más tarde unida a la costa por un istmo) a la que arribaron los primeros pobladores griegos. En este mapa se distinguen claramente la ciudad griega (junto al mar) y la ciudad romana, mucho más grande.


“El primer lugar escogido para establecerse fue una pequeña isla, cercana a la costa en la desembocadura del rio Fluviá, cuyos sedimentos dejados a lo largo de más de dos mil años fueron haciendo desaparecer poco a poco la isla, uniéndola finalmente a tierra firme. A esa ciudad la llamaron Palaiópolis (que quiere decir “Ciudad antigua”) y desde la Edad Media recibe el nombre de Sant Martí de Empúries, la cual ha tenido su papel histórico en la gestación misma de Cataluña. Palaiópolis fue el germen originario de lo que sería Ampurias, que se comenzó a edificar al lado mismo de la ciudad antigua. Gracias a ese establecimiento la cultura clásica fue introduciéndose poco a poco en Hispania, pues Ampurias no era un punto comercial más en el Mediterráneo, sino que también fue un centro cultural de primer orden”.

Estela funeraria de un guerrero íbero, su lanza aparece recogida en espiral. Museo de Ampurias



“Efectivamente los iberos toman contacto con la cultura griega a través de Ampurias, y de ella reciben determinados conocimientos relacionados con las distintas artesanías, los nombres y atributos de sus dioses (que los íberos reconocen en los suyos propios), o las técnicas arquitectónicas, sin las cuales no se entenderían las ciudades íberas amuralladas que, como la de Ullastret, eran verdaderas acrópolis según el modelo de las griegas”.

Cabeza de Hermes-Dionisio, hallada en una excavación hace apenas 2 ó 3 años

Vasija cultual griega con símbolos terrestres y cósmicos

Ara romana. Ampurias


"Con toda certeza los griegos que se acercaron a la península ibérica a partir del siglo VIII a.C. conocían ya las leyendas míticas que se habían ido tejiendo desde antiguo por la civilización cretense y micénica acerca de las tierras del Occidente mediterráneo, y más concretamente de Iberia y Tartesos, que ellos conocían. Allí se encontraba el dios Océano, el Jardín de las Hespérides, las Islas Afortunadas, las columnas de Cronos (que después pasaron a ser las de Heracles-Hércules), nacidas de la separación de la tierra y el cielo, el País de los Antepasados, el cual estaba entroncado con la remota civilización atlante. Los viajes de Heracles-Hércules, de Ulises y de Jasón por las tierras del extremo Occidente forman parte de esas leyendas que siempre encierran una realidad concreta relacionada con el acto fundador y civilizador".
Asclepios, o Asklepios (Esculapio en latín). Estatua de gran tamaño encontrada en las excavaciones. Museo de Ampurias



Instantáneas tomadas en el recinto del poblado de Ampurias, durante la ruta simbólica guiada por Francisco Ariza. En ella aparecen algunos de los asistentes en distintos momentos del viaje.



“Aquella colonia griega destinada al comercio (Emporiom precisamente quiere decir “mercado” en griego), se convertiría enseguida en un foco de difusión de esa cultura, es decir en la transmisión de su cosmovisión, expresada a través de su mitos, ritos y símbolos. Por otro lado, ya sabemos que el comercio es una actividad que está bajo el amparo de Hermes-Mercurio y por tanto puede ser también un vehículo de relaciones e intercambios culturales"
"Pero Ampurias también fue la puerta de entrada del helenismo, lo que se vio potenciado cuando se convirtió en una ciudad romana a partir del siglo II a.C. Desde ese momento Ampurias establece una intensa relación comercial y cultural con Alejandría, capital del helenismo, y donde se gestó la gran síntesis cultural que dio nacimiento a la filosofía alejandrina y a la Tradición Hermética. En Ampurias esto se vería reflejado en la construcción del templo dedicado a la deidad greco-egipcia Serapis, que junto con el templo de Asclepios y el de Artemisa, constituyeron a lo largo de los siglos los centros sagrados de esta ciudad bañada por las aguas del Mare Nostrum. Así pues, con la visita a Ampurias continuaremos participando de la memoria de la herencia clásica y pagana, que está en la raíz de la cultura occidental, formando parte indisociable de nuestra propia identidad".


A continuación algunos de los mosaicos de las casas situadas en la parte romana del poblado de Ampurias. Como se podrá apreciar los pavimentos se conservan en un estado inmejorable. También se puede observar la distribución que tenían las casas.




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Foto del grupo tomada junto al mar Mediterráneo, justamente en la punta costera de la antigua isla de San Martín. Primer asentamiento griego en la Península Ibérica.
Ver fragmento de la disertación en este corte de video

martes, 28 de octubre de 2008

Plomadas



Herramienta artesanal por excelencia, e imprescindible junto al Nivel en cualquier construcción, la plomada es una herramienta universal, como lo demuestra esta exposición donde las hay de todos los continentes: Australia, Bulgaria, Tíbet, España, Brasil, Madeira, Israel, China, Estados Unidos, Birmania, Portugal, Italia, Inglaterra, India, Holanda… Todas ellas han servido para la construcción, lo que nos habla no sólo de la universalidad de la idea que representa, sino del mismo oficio de constructor, una de las artes más antiguas que existen.

En el simbolismo constructivo, la plomada alude al eje que comunica el Cenit con el Nadir, y por ello mismo establece la vertical de todo edificio. Reúne en sí misma lo leve con lo denso, ejemplificado por el hilo y el peso de la plomada.
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El simbolismo primordial de la plomada está relacionado con la Estrella Polar, de la que según se ve en la iconografía masónica, pende la plomada del Gran Arquitecto del Universo.
Por ello es esta herramienta la que está suspendida del techo de la Logia, que es una imagen simbólica del Cosmos, desde donde desciende en perpendicular hacia el centro o corazón de la misma, representación del propio centro o corazón del masón, que une así su ser individual a su Origen y Principio.
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Ese eje norte-sur establecido por la plomada define no sólo la dirección vertical Cenit-Nadir que une lo más alto de los cielos con lo más profundo de la tierra, sino que además crea las direcciones del espacio, es decir, orienta el mundo. Es por ello que los masones circulan de Oriente a Occidente y de Mediodía a Septentrión, teniendo como referencia constante el centro de la Logia establecido por la plomada misma, de donde desciende la voluntad del cielo.
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Estas plomadas, hechas unas de piedra otras de distintos metales y diferentes formas, pertenecen a la colección del arquitecto vallisoletano Primitivo González y han sido expuestas en diversoss lugares de España, entre ellos el Museo Etnográfico de Castilla y León en Zamora, donde se creó la exposición. Las instantáneas que muestro aquí han sido tomadas en el Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Barcelona, lugar donde se han expuesto recientemente.

Felicitamos a quienes diseñaron la exposición, dado que tiene una enorme gracia, pues las cientos y cientos de plomadas (más de 500) aparecen completamente alineadas y suspendidas en el aire, e iluminadas a la altura de los ojos, mientras la sala, con pasillos negros y oscuros (por momentos laberínticos), obligan a que toda la atención se centre en las plomadas.
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Me gustaría complementar esta nota con un extraordinario artículo publicado por: El Taller-Revista de Estudios Masónicos, titulado:
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Fotos y texto. Núria Prats