Mostrando las entradas con la etiqueta Arquitectura tradicional. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Arquitectura tradicional. Mostrar todas las entradas

viernes, 24 de mayo de 2019

Baelo Claudia. La Ciudad Desconocida



Al sur del sur, en lo que fue la Bética, se encuentra Baelo Claudia, llamada la Pompeya Andaluza, una de las primeras ciudades romanas fundada allá por el siglo II a.C. en la Península Ibérica.

Situada a orillas del mar, en una preciosa bahía en forma de copa, y protegida por altos riscos y espesa vegetación, la ciudad de Baelo Claudia comenzó hace unos años a emerger imponente y majestuosa a medida que avanzaban las excavaciones y la restauración de sus altas columnas. Que en la actualidad aparecen como colosos que resistieron al tiempo para ser implacables testigos de una realidad histórica que fecundó a través de sus dioses y su concepción del mundo, el espíritu de esta tierra.

Todas las fotos de este post corresponden a Baelo Claudia, Cádiz


Si nos ponemos mirando al mar, el diseño de la ciudad recuerda a el de Cartago Nova y la ciudad de Tárraco. Una suave pendiente que se desliza hasta la playa de tal manera que desde el punto más alto se tiene una amplia visión del mar y del entorno terrestre, que aún hoy en día sigue estando constituido por un tupido bosque de encinas que recuerda al visitante lo que ,llegó a ser toda esta zona de la Bética.

Vemos en la parte baja del entramado de Baelo Claudia, construcciones que pertenecieron a las empresas de salazón que aquí existieron, justo como sucede en Ampurias, mientras que  en la parte alta y ocupando el centro de la ciudad, se encuentran los denominados templos capitolinos, es decir tres templos juntos, en honor a la triada de dioses común a todas las ciudades romanas, o sea el templo de Júpiter, en el centro, y a sus costados el de Minerva y Juno.



No puedo evitar subir los 132 escalones del templo central, el de Júpiter, que es además el mejor conservado. Es emocionante comprobar que 22 siglos después de su construcción aún puede distinguirse el lugar donde se encontraba la estatua del padre de los dioses. Asimismo se ve aflorado el teatro, una construcción que no falta en ninguna ciudad romana importante.

Junto a estos tres templos, pero en la misma calzada, vemos otro santuario, éste dedicado nada menos que a Isis, la venerada diosa de Egipto, esposa de Osiris y madre de los iniciados en sus misterios, una imagen siempre bella de la Sabiduría.

Me pregunto por qué un templo a Isis junto a la tríada capitolina. Sin duda existió una fuerte relación entre Baelo Claudia y los puertos del Oriente Mediterráneo, especialmente Alejandría, donde estuvo tan extendido el culto a esta deidad en época helenística. 
Mª Ángeles Díaz



miércoles, 6 de marzo de 2019

SIMBOLISMO ARQUITECTÓNICO


Esta preciosa galería, prodigio de la perspectiva, pertenece al Castillo de Venaria (en italiano, Reggia di Venaria Reale) y es una de las Residencias de la casa real de Saboya. Comenzó a diseñarse en 1658 por los arquitectos Amedeo di Castellamonte y Michelangelo Garove. En el año 1997 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. 

Desde el Renacimiento la Arquitectura se convirtió en un Arte que amparaba bajo su manto, como si de una diosa madre se tratara, a otras artes y ciencias afines todas ellas con la aritmética y la geometría, que son las ciencias que conforman la Arquitectura del Creador Supremo. 

De ahí que para la Masonería el simbolismo constructivo sea una simbólica especialmente apta para comprender las leyes de la creación universal y al Arquitecto que, aunque oculto, se manifiesta a través de su propia construcción, el gran edificio cósmico que en verdad es el mundo entero con sus ciclos y sus ritmos, sus números, pesos y medidas. 


"En Masonería la arquitectura es llamada simbolismo constructivo y la Suprema deidad es considerada el Gran Arquitecto del Universo pues la idea de la arquitectura supone un arquitecto capaz de crear tanto el modelo de una ciudad, un templo, o una casa, como el del propio universo. Como hemos dicho los modelos arquitectónicos son epígonos de la construcción universal y como cajas de resonancia capaces de recibir y albergar las vibraciones cósmicas. La arquitectura es la ciencia y el arte del espacio por excelencia".


viernes, 27 de abril de 2012

CHIMENEAS DE GAUDI EN EL PALAU GUELL

.

Desde el punto de vista de la simbólica tradicional la casa es una imagen del cosmos. Es por lo tanto un organismo vivo que respira por sus ventanas y aberturas, siendo la chimenea la representación axial de la salida del cosmos, aquello que nos conecta con los espacios increados y siempre con el misterio.
Es evidente que existe una analogía entre la casa y el propio individuo, en tanto que éste posee un cuerpo que da cobijo a un alma la que a su vez es sede del espíritu en su descenso. Por ello, en ciertas organizaciones iniciáticas, la abertura al cosmos a través de la cual penetran las influencias celestes se significa a través de la tonsura en la coronilla.
.
Las chimeneas están señalando el corazón de una vivienda, siendo el hogar el lugar de reunión familiar en torno al cual los más viejos transmiten las leyendas y tradiciones a los jóvenes.
.
Estéticamente hablando, las chimeneas suelen dar a una casa un perfil determinado y en muchos casos embellecen un edificio dando vida e identidad a los territorios. Pienso por ejemplo en algunas ciudades portuguesas en las cuales sus chimeneas marcan de manera muy destacada el paisaje urbano.
Las chimeneas que Antoni Gaudí, el gran arquitecto catalán, realizó para los Güell (una interesante familia de mecenas) en el Palau Güell, es la más exquisita excusa que podíamos haber traído para sacar a colación el tema de las chimeneas. Efectivamente, en todos los edificios civiles que Gaudí construyó, las chimeneas no son únicamente un accesorio práctico, sino que éstas embellecen y dan relieve a las azoteas, que hermosean así decoradas con sus peculiares conductos (las de la casa de La Pedrera son un ejemplo bien conocido).
.
Gaudí es un arquitecto excepcional, original, meticuloso en los detalles, visionario, pero también práctico, todo lo cual se deja ver en la realización de toda su obra, catalogada de monumental y magnífica, la cual se halla repartida por distintos lugares de España (especialmente en Cataluña), poniendo de manifiesto lo que decimos.
Gaudí fue además un genio innovador que supo rodearse de los más excelentes artesanos (albañiles, carpinteros, vidrieros, ceramistas, cerrajeros, pintores, orfebres, forjadores, etc.) y artistas, que siguieron al maestro como los componentes de una orquesta ejecutando las indicaciones del director, y así fue como supieron trasladar en lo concreto las brillantes ideas de Gaudí, muchas de ellas inspiradas en las formas y fuerzas equilibradoras de la naturaleza. Me refiero, por ejemplo, a sus columnas imitando los troncos de las palmeras, incluso sus naturales curvaturas debidas a la proximidad del agua o la fuerza de los vientos.
.
También podemos destacar en este apartado la construcción de su famoso arco catenario, que es aquel cuya curva está descrita por la caída natural de una cadena suspendida por sus extremos y sometida a un campo gravitatorio uniforme. Gaudí pensó en invertir ese arco y aprovechar el equilibrio de esta curva matemática para construir sus ventanales y puertas, a los que dio diferentes amplitudes.
A este maestro de la arquitectura le interesó, por encima de todo, el diseño del Universo, y por ello creó un nuevo lenguaje arquitectónico espectacular, armonioso, sugerente, cálido, seguro, y al mismo tiempo cómodo y alejado de la suntuosidad. Una arquitectura abierta a los espacios que enaltece con la grafía de sus formas, análogas a las que advierte en la flora y el paisaje del Mediterráneo, o sea, en el diseño que el Gran Arquitecto Universal proyectó para esta parte de la Tierra que Gaudí amó y a la que prestó gran atención a la hora de recrear ese paisaje. Muestra de ello la tenemos en la representación de la palmera Margalló, una variedad de palma que sólo crece en esta parte del mundo, algo que no pasó desapercibido para este creador que la imaginó en la forja donde la plasmaron sus artesanos.
.
En su nuevo lenguaje, este catalán universal, con una visión mágica de las cosas, bebe en las fuentes de la propia tradición arquitectónica que se desarrolló desde antiguo en la península ibérica a través de sus distintas corrientes, autóctonas o venidas de aquí y de allá: románicas, mozárabes, góticas, mudéjares, renacentistas, neoclásicas. Todo ello queda integrado en su arquitectura para conformar la hermosa y sugerente síntesis de su arte, muy alejado de cualquier sincretismo. Todo un ejemplo.
De ahí que Gaudí sea el máximo representante del modernismo en España y Cataluña, esa preciosa tendencia artística de finales del siglo XIX y principios del XX que, como sabemos, floreció en distintos lugares de Europa, denominándose Art Nouveau en Francia. Por suerte Gaudí sigue vivo, pues la influencia de su arquitectura se deja sentir todavía, y son muchos los arquitectos de todo el mundo que lo tienen como referente.
.
No podemos dejar de señalar que entre sus obras arquitectónicas se destacan, por su popularidad y magnificencia, la Sagrada Familia, el Park Güell, la Casa Milà (conocida como La Pedrera, anteriormente citada), la Casa Batlló o la Cripta de la Colonia Güell, por citar las más conocidas.
Ni que decir tiene que cualquiera de sus edificios es susceptible de un estudio pormenorizado, pero hoy nos hemos detenido en estas chimeneas del Palau Güell, verdaderas muestras de que el ingenio y el buen gusto no están reñidos con la funcionalidad y limpieza de la obra. La cosa es que Gaudí levantó este palacio en medio de una manzana, y puesto que tenía ciertos límites, lo elevó con ocho plantas, acondicionando cada habitación con un hogar que diera calor a las estancias y las hiciera confortables.
El condicionante de poner un hogar en cada habitación, incluso en los baños, le obligaba a tener que colocar muchos conductos, y claro está, muchas chimeneas que debía colocar en la terraza. Por ello se le ocurrió una linda, peculiar y elegante manera de hacerlas. Construiría pequeños torreones atractivos a la vista de los vecinos y alegres para las personas que subían a tender la colada o a admirar desde lo alto la bella ciudad de Barcelona entre el mar y la montaña. Y así estas chimeneas aparecen con sus formas enigmáticas y perfiles llenos de magia haciendo que caminar entre ellas sea una fantasía. Unas aparecen recubiertas de colores, logrados a base de aplicar el famoso trencadís cerámico, otras están hechas de ladrillo toledano, de piedra…Y así construyó una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve… Lo cierto es que caminando sobre la azotea del palacio, se pierde la cuenta. Aquí van unas cuantas imágenes. Núria









  
Forja de Antoni Gaudí imitando la hoja de la palmera mediterránea Margalló, bajo estas líneas.



.
.    .


viernes, 17 de septiembre de 2010

FORTUNA PROPITIA "Casa de la Fortuna"




Fresco en las paredes de la “Casa de la Fortuna”. Cartagena (España).


Realizando un trabajo de investigación arqueológica en Cartagena, he tenido la oportunidad de ver los restos de una vivienda romana hallada hace apenas 10 años en esta importante ciudad marítima del sureste español, conocida en todo el Mediterráneo en época cartaginesa, y posteriormente romana como Cartago Nova.

Esta domus, o sea, casa familiar romana, tiene el nombre evocador de “Casa de la Fortuna”. Uno espera encontrar en ella la figura de esta diosa o bien uno de sus atributos principales, como es la cornucopia o cuerno de la abundancia, pero en realidad la casa recibe este nombre porque en su pavimento mosaico, concretamente en el atrio, están escritas las palabras “Fortuna Propitia”. El atrio o patio, para la arquitectura tradicional de Roma, constituye el centro del espacio de la vivienda, señalando el eje en torno al cual se disponen y distribuyen las estancias. Hace por tanto las veces de vestíbulo y lugar de acceso a las distintas habitaciones.

El valor de este yacimiento arqueológico radica en que la casa, además de conservar perfectamente su estructura, ha preservado en su interior algunos de los utensilios y enseres que formaron parte de la vida cotidiana de la familia que la habitó, como la vajilla, estatuarias rituales, monedas, objetos de adorno personal y lucernas. Es por tanto lo que se llama un ecomuseo, término que viene de ico, cuya etimología procede de la palabra griega oíkos, que significa hogar; así pues es una casa con su contenido.

Pero la “Casa de la Fortuna” tiene un valor añadido, y es que unidos a sus muros han aparecido los ejes viarios donde estaba ubicada su entrada, un tramo de los mismos a uno y otro lado de la calle y los accesos a las casas vecinas, de modo que dentro del ecomuseo se puede recorrer un espacio de la calzada romana, y traspasar la entrada a la “Casa de la Fortuna” por la misma puerta por la que accedían sus moradores.





Calzada romana y entrada a la “Casa de la Fortuna”.  Por las incisiones que dejaron en la piedra las bisagras, se observa que hubo una puerta de dos alas.

La sensación que se tiene en esta casa es verdaderamente mágica, pues es como entrar en otra cualidad del tiempo, sintiéndose, además, un frescor ambiental que da la vida, cuando fuera está haciendo un calor sofocante, propio de principios de Septiembre a las 14 horas.

Estamos acostumbrados a ver restos arqueológicos de esta época (siglo I a. C.) desgastados y en los tonos terrizos de la piedra, pero aquí nos encontramos con muros que, sorprendentemente, conservan vivos colores de los frescos que decoraban las paredes de las habitaciones observándose detalles de las pinturas que afortunadamente han quedado intactos, así como sus suelos pavimentados de mosaicos con dibujos geométricos. Es como si, verdaderamente, los ritos de esta casa a la Diosa Fortuna y a las deidades tutelares, hubieran protegido esta morada haciéndola resistente al tiempo para devolvernos a los hombres de hoy en día el perdido sentido de la atemporalidad. Por ejemplo, que el hombre de todos los tiempos siempre ha expresado la belleza e inteligencia de su interior en lo que le rodeaba y que formaba parte de él mismo y de su visión del mundo.

Si lo miramos, no con ojos de especialista, sino con los de un visitante atento, un museo arqueológico no es sólo un lugar donde hay cosas antiguas y viejas, restos de un tiempo “ya superado”, sino que sobre todo es un espacio donde se puede ir a recuperar la memoria acerca de todo aquello que es perenne y no está sujeto, ni lo estará, al devenir, porque son ideas arquetípicas y universales. De alguna manera todo lo que el hombre es está aquí reflejado.

Y es que para el punto de vista Tradicional, o sagrado, el hábitat no es un espacio baladí, sino un organismo vivo. Por eso, según Vitrubio, arquitecto romano del siglo I a.C. -por lo tanto contemporáneo de la “Casa de la Fortuna”- para el ejercicio de la arquitectura, además de los evidentes conocimientos técnicos, se requiere estar bien instruido en las artes, tales como música, armonía, ciencias naturales, fisiología, literatura, filosofía, etc., puesto que una casa debe ser un espacio armónico y funcional en todos sus aspectos, una vivienda adaptada a cada forma de vida, segura y agradable a sus moradores y visitantes; bien orientada en el espacio y la geografía con el fin de que también sea saludable. Estas son algunas de sus indicaciones sobre ciertas nociones de la Arquitectura Tradicional, de la que trata a lo largo de 10 libros.

La arquitectura es una ciencia adornada con numerosas enseñanzas teóricas y con diversas instrucciones, que sirven de dictamen para juzgar todas las obras que alcanzan su perfección mediante las demás artes.

Los edificios particulares estarán bien dispuestos si desde el principio se ha tenido en cuenta la orientación y el clima en que se va a construir; porque está fuera de duda que habrán de ser diferentes las edificaciones que se hagan en el Egipto de las que se efectúen en España; distintas las que se hagan en el Ponto de las que se efectúen en Roma, ya que estas diferencias dependen siempre de los países, puesto que una parte de la Tierra está bajo la influencia inmediata de su proximidad al Sol, otra por su distancia de él, y otra por su posición intermedia entre ambas, resulta templada.

Los dormitorios y las bibliotecas deben estar orientados a levante. Porque el uso de ello requiere luz matinal y además porque en las bibliotecas, los libros no se echan a perder tan fácilmente, pues todo lo que mira al mediodía o al poniente se estropean ya que los vientos húmedos, que soplan desde dichos puntos cardinales, generan y alimentan las polillas y al penetrar su aire húmedo enmohece y echa a perder todos los volúmenes.

Las pinacotecas, las salas de bordar, los estudios de pintura, se orientarán hacia el norte para que los colores mantengan sus propiedades inalterables al trabajar con ellos, pues la luz en esta orientación es constante y uniforme.

Una vez que hemos fijado la orientación más adecuada, debe ponerse toda la atención en las habitaciones que se llaman reservadas, como los dormitorios, comedores, baños y otras destinadas a usos semejantes, no pueden entrar todos sino solamente los que a ellas fueran invitados.

En cambio, en las llamadas comunes puede entrar cualquier persona, aun sin ser invitada. Tales como los vestíbulos, los atrios, los patios, los peristilos y las otras partes que están destinadas a uso común.

Los ciudadanos nobles y quienes ostentan la responsabilidad de atender a los ciudadanos por ejercer cargos políticos o magistraturas, deben disponer de vestíbulos regios, atrios distinguidos, peristilos con gran capacidad, jardines y paseos adecuadamente amplios, en consonancia con el prestigio y la dignidad de sus moradores; y además bibliotecas y basílicas que guarden una digna correlación con la magnificencia de los edificios públicos, dado que en sus propios domicilios se celebran decisiones de carácter público, juicios y pruebas de carácter privado, con cierta frecuencia. Núria





Escultura de mármol. Cabeza de Dionisos. Hallada en el interior de la “Casa de la Fortuna”.

viernes, 10 de julio de 2009

Palladio, el Arquitecto de Arquitectos

Estructura de la Basilica de Vicenza
El nombre de Andrea di Pietro della Gondola (Padua, 1508 - Vicenza, 1580), más conocido como Palladio, evoca la belleza y la gracia de las formas arquitectónicas, pues este artista, que pasó de cantero en Padua hasta ser considerado “arquitecto de arquitectos”, cautivó al mundo con su forma de concebir la Arquitectura, de acuerdo al ideario platónico que inspira su pensamiento.

Palladio forma parte del conjunto de artistas que como él, o junto a él, forjaron el Renacimiento. Me refiero a todos aquellos seguidores de la filosofía clásica, también llamada ciencia de Hermes, impulsada, en ese periodo, por Marsilio Ficino y que se caracterizó por un renacer de la creatividad en las artes, las ciencias, la literatura, los descubrimientos y todo aquello que suponía una expansión de las fronteras intelectuales.

Como muchos creadores de su época Palladio siente el respaldo de personas que se implican en sus proyectos y le ayudan a llevarlos a la práctica.

“Estoy seguro de que me consideraran muy afortunado…por haber encontrado caballeros de mente tan noble y generosa y tan excelente criterio que han atendido mis razonamientos y abandonado ese anticuado modo de construir sin ninguna gracia ni belleza en absoluto”.

De su filiación intelectual con las ideas herméticas da cuenta su propio nombre artístico, Palladio, derivado de Palas Atenea, la diosa griega protectora de las artes, con cuyos dones, a la vista está, este artista contaba.
Portada de una edición española del Libro Primero de la Arquitectura, de Andrea Palladio, que trata de cinco ordenes para fabricar, y otras advertencias. Traducido de Toscano en Castellano, por Francisco de Praves, Arquitecto y Maestro Mayor. Valladolid 1625.
.
Palladio contempló las ruinas romanas, pero no cayó en el error de tomarlas como los restos de una civilización inferior por preceder en el tiempo, sino que supo ver en los restos de esa arquitectura, fuerte, robusta y de armónica y exuberante belleza, la grandeza del imperio que la creó.
.
“Y porque siempre fui de la opinión de que los antiguos romanos, como en tantas otras cosas, también en el construir aventajaron con mucho a todos los que vinieron después, tomé como maestro y guía a Vitrubio, y me apliqué a la investigación de los restos de los edificios antiguos”
.
Roma Quanta fuit ipsa uina docet
.
“La grandeza que tuvo Roma la declaran sus mismas ruinas”
.
Para Palladio, como para otros artistas que comparten con él el ideario hermético de los humanistas, su interés nunca se redujo a imitar las formas estéticas de ese pasado, sino a adaptar los conocimientos a espacios nuevos y acordes a las nuevas ciudades.
.
Por ello diseñó sus edificios como organismos vivos, independientes, donde todos los espacios forman parte de una unidad. Edificios interrelacionados con el exterior en los que los puntos de entrada para la luz son principales. También concedió especial importancia a los espacios privados dando vida a las zonas de tránsito entre las distintas estancias.
.
“La città non sia altro che una casa grande e per lo contrario la casa, una città piccola.”
.
Este maestro renacentista escribió I Quattro Libri dell'Architettura donde transmitió esta visión del arte arquitectónico en el cual lo importante es no romper nunca el paisaje, sino integrar el edificio en él. Asimismo que toda construcción ya fuera un puente, un granero, un mercado, un palacio o una iglesia, debía seguir el mismo criterio arquitectónico y por lo tanto ser funcional y bella al mismo tiempo.
Villa Rotonda, construida sobre una colina como casa de retiro y estudio de su dueño. Se encuentra en la ciudad de Vicenza, Italia. Se trata del prototipo arquitectónico más estudiado e imitado durante los siguientes cinco siglos.
.“Antes de empezar con la construcción se debe estudiar cada componente de la planta y del alzado del edificio que se va erigir. En cada edificio han de tenerse en cuenta, como nos enseña Vitrubio, tres cosas sin las cuales ningún edificio merece alabanza. Estos tres puntos son: la funcionalidad o comodidad, la durabilidad y la belleza.
…La belleza resulta de las formas bellas y de la correspondencia de unos componentes con otros, y de estos con el total, de modo que el edificio aparezca como un cuerpo unitario y acabado. Si cada componente se relaciona con los demás, si todos los componentes son estrictamente indispensables entonces se ha alcanzado el propósito"


Una exposición con más de 180 obras entre pinturas, dibujos y maquetas realizadas a gran escala, se exhiben en distintas ciudades. Se trata de una muestra que explora la determinante influencia que este arquitecto ha ejercido en aquellos a los que llegó su idea de que la belleza en la construcción no está reñida con la funcionalidad, el ingenio y la innovación a través de nuevos materiales. Gracias a esas ideas hoy encontramos construcciones sorprendentes en todas partes.
.
Yo he visto esta exposición en Montjuic, en la fundación la Caixa de Barcelona, donde permanecerá hasta 6 de septiembre de 2009, luego viajará a Madrid como antes ha estado en otras ciudades europeas, todo ello con ocasión de conmemorarse el quinto centenario del nacimiento del arquitecto renacentista.


Sobre estas líneas Vicenza, vista aérea de la Basílica. Extraida del Catálogo de la exposición.
.
Núria. DESDE MI VENTANA, hacia los mares de un mundo simultáneo.