Mostrando las entradas con la etiqueta América Indigena.. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta América Indigena.. Mostrar todas las entradas

miércoles, 7 de agosto de 2019

VIRGEN CHOLITA (Escuela Cuzqueña)


Virgen María vestida de cholita, un atuendo típico de las mujeres del altiplano, principalmente Bolivia, Perú y Chile.
Cholita es una denominación referida a mujeres mestizas creadoras de un estilo propio en su vestuario en el que se mezclan, con una gracia excepcional, los tejidos y prendas tradicionales indígenas con los nuevos textiles que arribaron de ese desconocido mundo europeo, especialmente las sedas y encajes que les llegaban en barcos procedentes de Sevilla y Valencia. M.A.D.
(Pintura.Virgen Cholita.  Escuela Cuzqueña)

OTRAS ENTRADAS SOBRE ARTE INDÍGENA 
3.- LAS GUARDAS DEL PONCHO AMERICANO.(TEXTO Y VÍDEO)
4.- PINTURA MAYA PRIMITIVISTA (TEXTO Y VÍDEO)

10-LOS VENDEDORES DE ALCATRACES. Pinturas de Diego Rivera













martes, 12 de enero de 2016

Los Kogi de Sierra Nevada. Guardianes de una Cosmogonía Perenne y Ancestros de la Humanidad.




"Los Kogi son una tribu de dos mil indios de habla chibcha que habitan en la actualidad las faldas meridionales de la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia, y guardan aún hoy completamente su visión cosmogónica, tradicional y metafísica, la que se expresa por medio de varios ritos, símbolos y prácticas culturales". Federico González Frías. Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos. Entrada Cosmogonía". 

Tras leer lo que Federico recoge acerca de los Kogi y su Cosmogonía nos hemos interesado en este pueblo colombiano, los cuales se consideran a sí mismos, "guardianes del mundo y hermanos mayores de todos los pueblos de la Tierra por haber sido creados antes que el resto de linajes humanos", a los que por esa razón llaman hermanos menores. Es decir que se consideran ancestros de la humanidad (en especial los Arhuacos) y los primeros en aparecer sobre la faz de la Tierra.

Por esa razón, y según ellos mismo lo expresan, los indígenas de Sierra Nevada se sienten en el deber de proteger el corazón de la Madre Universal, que según su cosmogonía está en esa sierra donde todos los espíritus que habitaron en el origen de la Creación tienen su espacio, viven en él, por lo que vendría a ser la reserva espiritual del mundo. Esa es la razón de que el mensaje que dirigen a los hermanos menores, es serio:  "No dejar morir a la Madre"
                                                
Es muy sorprendente esto que dicen sobre todo porque Sierra Nevada es como una representación del planeta entero ya que tiene todos los climas; tropical en la costa, nieves perpetuas en las altas cimas, numerosos ríos (35 principales), cascadas, selva y bosque, todo lo cual lo hacen un pequeño mundo, pues no hay clima en el planeta que no esté en esa sierra representado.

Los Kogi han visto en ello un pantáculo, un centro de interconexión con los campos energéticos del Cosmos que son, a decir de ellos mismos, los que los Kogi cuidan de tal modo que lo han convertido en un verdadero Paraíso ocupado por varios poblados que viven en perfecta armonía.

Hemos indagado en estas comunidades y comprobado que en la actualidad se rigen, cada una de ellas, por un Máma, que actúa como guardián y guía espiritual de todos, y que además es un hombre-medicina. Este es elegido cuando es muy niño, incluso un bebé,  y desde entonces es educado aparte del resto de niños y siguiendo un rito muy, pero muy especial que dura hasta la edad adulta, cuando ya está capacitado para tan alto cargo.

Parte de la instrucción se produce dentro de una cueva. En ella el niño aprende a escuchar la Tierra y a todo lo que en ella vive, el mar, el viento, el pájaro, incluso la piedra.


Hemos podido constatar que los Kogi actuales hablan varias lenguas indígenas, además de un perfecto español, pero todos pertenecen a la misma Tradición, por lo que viven, piensan y actúan de manera coherente a su cosmovisión. Son cultos y están muy bien informados de cómo anda el mundo moderno, el cambio climático, la capa de ozono, la falta de agua en ciertas partes del planeta, etc. 

Por eso sin dejar de ser fieles a su forma de aprendizaje y modo de vida tradicional también estudian en las universidades, pues saben lo importante que es estar preparados para proteger adecuadamente la Cultura que representan. Por eso las materias que en esas universidades estudian son economía, leyes, informática..., es decir, todo aquello que les sirva para llevar a cabo acciones jurídicas que les permitan comprar sus propias tierras y detener los proyectos que hay para Sierra Nevada, como construir un gran Hotel en la zona de las nieves perpetuas, un teleférico que cruce la sierra, un carreteado por toda la zona y distintas presas.


 Dos miembros de la comunidad Kogi con su ropa tradicional y su poporo, una calabaza que todos los hombres reciben al final de la adolescencia, que estiman a los 14 años, y que conservan durante toda su vida. En el interior de la calabaza  introducen conchas, que el mar devuelve a la costa con todo el mensaje del Océano, junto con hojas de coca que van mezclando con el palito y su saliva.
Es un signo de madurez y responsabilidad y el instrumento ritual que les  ayuda a meditar en el origen de la vida, a concentrarse a la hora de tomar decisiones justas y a estar atentos para devolver a la Madre Universal, con su actitud y sus ritos, todo lo que reciben de ella.






Poblado de los Arhuacos. Los más antiguos de los Kogi.



Cuando reciben el poporo también reciben la posibilidad de unirse a una mujer, cuidarla y tratarla con respeto.  





El Máma es elegido y educado desde su más tierna infancia para ser el guía espiritual de su pueblo y Guardián del Corazón de la Madre Universal.


Los Kogi se consideran los Hermanos Mayores de la Humanidad


Son las mujeres las que se ocupan de los cultivos, de la comida y de los hijos pequeños.
Todos visten de blanco con tejidos que realizan los hombres, mientras las bolsas y mochilas las realizan ellas, quienes se adornan con collares de cuentas de colores, generalmente rojas.





Fuente de las imágenes: Natingp.blogspot.com.ar

miércoles, 17 de junio de 2015

Huicholes, los guardianes del Peyote


Los Huicholes son un pueblo indígena que habita en los Estados de Jalisco, Nayarit, Durango, San Luis Potosí y Zacatecas, México, y cuyo arte ha sido calificado de psicodélico, por ser sus pinturas de un color radiante que imprimen sobre tablas de estambre que llaman nierikas, palabra que indica que se trata de un cuadro "para ver" más allá de sus formas.
Estas pinturas, que en la actualidad se siguen realizando, están basadas en diseños tradicionales, formas simbólicas de su cosmogonía, por lo que constituyen un medio ritual ya que a través de ellas entran en contacto con las estructuras invisibles del Universo. Son pinturas soñadas, es decir que están inspiradas en las visiones que tienen los chamanes durante las ceremonias con el peyote.
Para la realización de estos nierikas primero preparan esa tabla de estambre, luego, sobre esa base, extienden una capa de cera trazando en ella las líneas del diseño. Seguidamente completan el nierika utilizando toda clase de cosas que se encuentran de forma natural en su territorio: semillas, conchas, corales, arcilla… En la actualidad también utilizan cuentas y otros abalorios modernos, pero sus diseños siguen siendo los mismos.
Para la cosmovisión de los huicholes, el hombre, el venado y el peyote son la misma cosa y se relacionan con el número cinco. De hecho fue un venado quien llevó a este pueblo a identificar la primera planta de peyote, que los cazadores confundieron con un venadito recostado.
Huichol significa adivino y, efectivamente, los huicholes son un pueblo de adivinos que se comunican con sus dioses y con sus orígenes legendarios a través del peyote, es decir el peyótl, la planta sagrada de este pueblo americano.

Es durante una ceremonia ritual cuando los chamanes, tras ingerir la sustancia de este cactus, penetran en su propia experiencia, en su visión, adquiriendo las facultades necesarias para percibir la realidad desde una perspectiva más auténtica, cuyos detalles son la claridad con la cual se observa la exuberante brillantez con que la luz del Sol lo imprime todo, lo es todo. 

Pero también, entre esas imágenes luminosas y brillantes que cualquiera que tome peyote puede llegar a contemplar, los sabios descubren otra trama, y se les revelan otros misterios, como la rueda de la vida la cual ven claramente reflejada en el venerado venadito, identificado con el peyótl y con el hombre, unidos en un giro constante en el que también gira toda la manifestación imbricada en una inmensa red de analogías 

De este modo describía un chamán su experiencia a la antropóloga Bárbara Myerhoff:

“Cuando estamos embriagados del peyolt, vemos el pequeño venado, un momento es hombre, un momento mujer, un instante después será peyolt. Al momento siguiente será maíz, hombre un instante, mujer por otro instante…Luego peyolt, luego lluvia y nube, venado otra vez…”
  
Así cuentan cómo descubrieron al venado y el misterio que tras él subyace. Dicen que fue persiguiendo un venado herido por una de las flechas lanzadas por cuatro jóvenes que buscaban alimento para su pueblo. Estos creyeron ver al animal agazapado entre unos matorrales, pero al llegar a él se dieron cuenta de que era una planta desconocida e interpretaron que había sido el venado mismo quien les había llevado hasta ella. Por eso cuando van en busca de la planta, dicen que van a "cazar peyólt". 

Esta que sigue es la narración que de este mito hacen los huicholes:

Hace mucho tiempo, en la sierra huichola, se reunieron los ancianos para platicar de la situación en la que se encontraban. Su gente estaba enferma, no había alimentos, ni agua, las lluvias no llegaban y las tierras estaban secas. Entonces enviaron a cuatro jóvenes con la misión de encontrar alimento para todos. Cada uno representaba un elemento, el fuego, el agua, el aire y la tierra. Provistos de arco y flechas estos partieron. Caminaron días enteros hasta que por fin un venado apareció a la vista de los jóvenes. Comenzaron a perseguirlo hasta llegar al desierto de Wirikuta, en San Luis Potosí.  De pronto uno de los muchachos lanzó una flecha que fue a caer en la tierra, sobre una planta de peyólt que bajo la luz del sol aparecía con la forma del propio venado. Los jóvenes decidieron cortar las plantas que formaban la figura del venado y llevarlas a su pueblo.

Después de días de camino llegaron a la sierra huichola donde los esperaba su gente. Se presentaron de inmediato con los abuelos y contaron su experiencia. Comenzaron a repartir el peyólt a todas las personas que después de un rato los curó, alimentó y les quitó la sed. Desde ese momento los huicholes veneran el peyólt que al mismo tiempo es venado y maíz,  Así cada año, hasta nuestros tiempos, siguen recorriendo o peregrinando, por esa ruta persiguiendo al venado para encontrar el cactus sagrado, manteniendo viva esta ruta de la sierra huichola hasta Wirikuta, para desde ese lugar pedirle al Dios de la lluvia sustento y salud para su pueblo.

Vamos danzando al ombligo de la Luna,
tierra sagrada de mi corazón
Lugar de danzas, de flores y de cantos,
lugar de águilas que vuelan hacia el sol

Voy con mi fuego, mis armas y mis flechas,
voy cantándole al gran venado azul
A Kayaumara el hermano mayor, a Tatewary de mi corazón

Son cuatro flechas con punta de obsidiana,
que me recuerdan al pueblo chichimeca
Indios guerreros, flecheros, peyóltros,
que caminaron al valle del Anahuac. 


(Fuente del poema: Revista Mexicanismo. Noviembre 2014).

Estos que se ven a continuación son algunas de esos nierikas, o sea las pinturas tradicionales soñadas por los chamanes en las ceremonias rituales con el cactus sagrado.


Peyote, maíz, venado.



 Día y noche

Flor del peyote




Peyote en flor

Flor de peyote en el centro



Venado azul

Peyote y Venado

lunes, 1 de junio de 2009

El Caribe precolombino. Fray Ramón Pané y el Universo Taíno

Dúho, asiento ceremonial tallado en madera

La población taína habitaba la región del Caribe precolombino, en las islas que conocemos como las Antillas Mayores y que son: la antigua La Española, Jamaica, Puerto Rico y Cuba, cuando la llegada de Colón. El hombre que pese a sus errores (incluido el de creer que llegaba a las Indias), fue el artífice que eligió el destino para cambiar la faz de la tierra.
.
Lo que sabemos de estos antiguos pobladores está ligado a la fecha de 1493, cuando el Almirante se entrevistaba con los reyes Católicos en el monasterio de San Jerónimo de la Murtra, un antiguo convento gótico situado en el término de Badalona (Barcelona), para hablarles de aquél gran acontecimiento que representó el “Nuevo Mundo”.
.
El Almirante, hombre culto e imbuido de lecturas y estudios de los que se alimentaron las grandes figuras del Renacimiento, de cuyo núcleo formó parte, manifiesta a los monarcas la necesidad de acompañarse en su segundo viaje, de personas instruidas, capaces de aprender el idioma y las costumbres de los indígenas e indagar en el modo que aquellas gentes tenían de entender el universo.
.
Seguramente fue en el propio monasterio de la Murtra donde Colón conoce a Fray Ramón Pané, un religioso de la Orden de los Jerónimos, quien decide enrolarse con el navegante y hacerse cargo de esa misión.
.
Es así como Pané escribe la primera crónica del descubrimiento, hoy considerada el “primer documento etnográfico de América”, cuyo redactado entrega al almirante Colón hacia 1498.
.
Colón trae a España el manuscrito que enseguida interesó, entre otros, a fray Bartolomé de Las Casas, el defensor de los indios y considerado por Federico González, “la gran figura del Renacimiento Español” junto a personajes como Juan Luis Vives, el hebraísta Benito Arias Montano y Francisco de Vitoria.
.
La crónica de Pané, titulada “Relación Acerca de las Antigüedades de los indios”, se inicia con estas palabras:
.
“Yo, fray Ramón, pobre ermitaño de la Orden de San Jerónimo, por mandado del ilustre señor Almirante y virrey y gobernador de las Islas y de la Tierra Firme de las Indias, escribo lo que he podido saber y entender de las creencias e idolatrías de los indios, y de cómo veneran a sus dioses. De lo cual ahora trataré en la presente relación….”
.
Pané anota en su relación como que estas gentes trabajaban de forma extraordinaria la madera, la cerámica, la piedra, el carey, el algodón..., que cultivaban tabaco, maíz, yuca, y maní, principalmente y describe un pueblo tranquilo que además de vivir de la agricultura eran excelentes pescadores y practicaban el ancestral juego de la pelota.
.
También se lee lo que aquellas gentes creían que pasaba con las almas de los difuntos, describiéndose ciertas ceremonias de los sacerdotes y la forma como éstos realizaban sus curaciones. También recoge la relación de sus nombres, la función que desempeñaban en su organización social y los atributos que ostentaban.
.
Fray Ramón pasó años con los taínos, aprendió varias lenguas y nos trajo palabras tainas a nuestro vocabulario español como es huracán que se corresponde con el nombre de una de sus deidades furiosas, canoa, cacique, barbacoa, maíz, cayuco, hamaca, y otras muchas.
.
Explica que ellos no tenían escritos y que por eso no sabían bien cómo relatar las cosas, por eso apunta:
.
“Todo lo que escribo, ellos lo dicen así, y de esta manera escribo yo”
.
Y señala:
.
"Creen que hay en el cielo un dios inmortal, y que nadie puede verlo, y que tiene madre, mas no tiene principio, y a éste llaman locahuuague Maorocon"
.
Y aquel gran señor, que dicen está en el cielo, según está escrito en el principio de este libro, mandó a cierto cacique que ayunase... Y dicen que este cacique afirmó haber hablado con Giocauuaghama
.
Pané no sólo recoge los mitos con que estos pueblos explicaban el origen del mundo, del sol y de la luna, la creación del mar y de los peces, y la aparición del hombre en la tierra, sino ciertos detalles relevantes del modo en que los aborígenes recibieron, adaptándolos a su propio imaginario, los mitos cristianos.
Distintos cemíes taínos
.
Habla de los cemíes (o cemis, también se escribe zemí)), considerados por los taínos representaciones de sus dioses tutelares. Cuenta que cada cacique o jefe tribal tenía un cemí particular, aparte de que existían cemíes que eran aceptados como poderosos protectores por los diversos grupos clánicos.
.
También anota Fray Ramón, que cuanto más dignidad tenía una persona, chamanes, caciques, etc., más importancia daban a los cemíes y todo lo que estos representaban, pues sabían que de ellos dependía toda su cosmogonía y su organización cultural.
.
Los cemies son iconos con distintos aspectos y fabricados con diversos materiales: piedra, barro, madera, hueso, concha.
.
Entre los cemíes mas habituales estaban las "piedras de tres puntas" o trigonolítos, representaciones de Yucahuguamá, (locahuuague) tanto Pané como De las Casas escriben el nombre de distintas formas) “el Gran señor que hace nacer la Yuca” y que enseñó a los taínos a domesticar este rico alimento que sin embargo contiene cianuro que debe ser eliminado durante una correcta elaboración.
.
Estas líticas expresiones artísticas y simbólicas, eran utilizadas por los antiguos pobladores, como talismanes, en rituales propiciatorios de la fecundidad.





Cemí representando a Yucahuguamá. Trigonolíto
Dice Pané:

"Los cemíes de piedra son de diversas hechuras.
Hay algunos que dicen... que tienen tres puntas y creen que hacen nacer la yuca".


Una muestra que reúne cincuenta y seis piezas del arte ritual taíno, procedentes de distintas colecciones, del British Museum de Londres, del Museo de América de Madrid y del Museo Barbier-Mueller de Arte Precolombino de Barcelona, se presentó hace unos meses en este último lugar. En la actualidad se exhibe en la Casa de América de Madrid. De todo ello se ha editado un magnífico catálogo (ISBN: 978-84-96982-17-8) con espléndidas fotos de todas las piezas expuestas, titulado igual que la exposición: “El Caribe precolombino. Fray Ramón Pané y el universo taíno”, el cual constituye una obra preciosa para cualquier buena biblioteca

Aro lítico. Cultura Taína

Ver: http://cacibajagua.blogspot.com.es/2008/01/mitonimia-aborigen-taina.html